Redacción
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SAN MIGUEL DE ALLENDE.- El profe Roberto Villagrana Sánchez descansa en paz.
El profesor que desde el salón de clase, preparó a decenas de generaciones al impartir clases de Español, taller de lectura y Redacción, Etimología, Metodología de la Investigación e Historia, hoy queda en los recuerdos de sus alumnos, de los que él también aprendió.
Maestro por generaciones del Colegio Fray Pedro de Gante, una comunidad que hoy lo despide y lamenta profundamente su muerte.
«Fue todo un privilegio haber aprendido de él todo lo que hasta el momento se de nuestra lengua madre, sin duda un gran guía con un conocimiento bastante amplio en todo tema de la vida, una persona con mucha cultura, con una forma de expresarse rayando en la perfección de lo que pocos podrán lograr en un idioma madre.
«Lo conocí tres años y medio, siempre sus regaños fueron con el firme propósito de crear estudiantes con una capacidad similar a la suya, no se daba por vencido jamás, aplicaba todo método que estaba a su alcance para aclarar cualquier duda hasta que lograba hacernos entender.
«Un ser humano con un sentido del humor tan adecuado para su persona, incluso si quería decir malas palabras lo omitía al grado de usar palabras correctamente adecuadas para el alumno fastidioso (monserga)…
«Mi querido profe Roberto, hace años que no te veo y ahora ya no podré hacerlo más… pero quiero que sepas que sin duda marcaste la vida de muchas personas, aprendimos demasiado sobre ti en el momento en que te cruzaste en nuestros caminos y sin duda te recordaremos como la gran persona que fuiste y seguiremos compartiendo los conocimientos que obtuvimos de ti, el extraordinario y perfecto mentor que fuiste para todos nosotros»: Escribió Mane Özil en la página del Colegio Fray Pedro.
«Mi corazón sufre con esta noticia, gracias a él comencé el mundo de la lectura. Y por ti es que la lectura es parte de mi vida, fuiste la primer persona que me hizo saber que estaba orgulloso de mí; tus palabras las llevo tatuadas en mi corazón, gracias por haber secado mis lágrimas en esa crisis de adolescente en el pasillo de Fray Pedro, gracias por esas clases contándome El Cantar de Mio Cid, gracias por dejar entrar «El mundo de Sofía», a mi vida, gracias por todo mi querido maestro, mi corazón sufre por tu partida, y lloro egoistamente, marcaste mi vida muy bonito y te agradezco esta y todas las vidas que sigan… te quiero hasta el cielo mi profe favorito: escribió Linnet Lara para despedirlo.
Lo velan desde ayer en el templo de la Tercera orden.