Redacción
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SAN MIGUEL DE ALLENDE.- Este viernes 24 de noviembre marcó un hito significativo en la vida de Salvador, de «Chava», como le decían desde su infancia, al ceder su lugar a Fátima, la identidad con la que siempre se identificó.
Fátima García Ayala, una chica transgénero, se convirtió en quien por primera vez, el Registro Civil de San Miguel de Allende, entregó un acta de nacimiento de acuerdo a la Identidad de Género.
La entrega representó más que un simple trámite burocrático y fue el resultado de un arduo proceso, la búsqueda de un amparo y el coraje de gritar al mundo que el cuerpo en el que nació no alineaba con su identidad y su corazón sentían, un paso valiente que Fátima dio a pesar de enfrentar discriminación, acoso y hostigamiento.
Dos intentos de asesinato, violaciones, acosos, tranquizas que la dejaron inconsciente y daño a su cuerpo que la postraron por meses en una cama de hospital. Eso tuvo que pasar para que ella hoy ostente feliz, su acta de nacimiento con la que oficialmente el estado mexicano la reconoce como ella siempre quiso ser: una mujer trans llamada Fátima.
Fátima se convirtió en la pionera de un grupo de 10 mujeres trans que decidieron realizar este trámite directamente en San Miguel de Allende.
Otras 2 mujeres trans lograron modificar sus actas pero tuvieron que salir de Guanajuato para hacerlo. Este documento oficial representa para ellas más que un papel, es la llave que les permitirá llevar con orgullo el nombre que eligieron y el apellido de sus padres.
Ya no tendrán que explicar en los trabajos por qué sus identificaciones mostraban un nombre masculino mientras elegían vestirse de acuerdo con su identidad de género.
El proceso, aunque lleno de desafíos, simboliza un avance hacia la inclusión y el reconocimiento de los derechos de las personas trans en San Miguel de Allende. Fátima y las otras mujeres que siguieron este camino no solo recibieron un pedazo de papel, sino la validación de su identidad, un paso importante hacia la aceptación y respeto que merecen.
En palabras llenas de empatía y sensibilidad, Fátima expresó que este logro no solo era personal, sino un paso colectivo hacia la comprensión y aceptación de la comunidad trans.
El abogado José Luis Vargas dijo que se logró llevar el proceso con al menos 10 mujeres trans que están por concluir también su proceso y como Fátima comenzó antes, es que se le entregó primero.
«Adiós Chavita, bienvenida Fátima», resonaron las palabras al concluir este emotivo evento, marcando el inicio de un nuevo capítulo lleno de igualdad y reconocimiento en San Miguel de Allende.
