¿Te imaginas una ciudad donde tuvieses que arreglártelas para sobrevivir a una emergencia? ¿Te imaginas un lugar en el que tuvieses que encontrar la manera de aliviar tu dolor por ti mismo? ¿Te imaginas que existiera un sitio en el que no tuvieras a quien acudir para que salve tu vida?
Tal vez ese lugar del que te hablo sí existe, pero no es el caso de nuestro San Miguel de Allende. ¿Sabes por qué? Porque contamos con instituciones encargadas de vigilar que los que aquí vivimos estemos protegidos; porque podemos estar seguros de que existen personas que sacrifican su tiempo, sus conocimientos, su salud e incluso su vida para lograr que nuestra ciudad sea un mejor lugar.
Hace una semana, inició la colecta anual de Cruz Roja Mexicana en la delegación de nuestra ciudad. El entusiasmo y la energía no decaen aun después de siete días de colecta. Pareciere como si no importaran los desaires y negativas que recibe cada voluntario que recorre las calles pidiendo cooperación; esperanza es lo que alimenta sus cuerpos cansados, así como la ilusión de imaginar todo lo bueno que se podrá realizar con cada moneda que logren recolectar.
Valeria Arroyo
A ti, que no has donado una moneda a la Cruz Roja Mexicana, te invito a que lo hagas ahora, porque esa moneda podrá ser la que contribuya a comprar la venda que pueda hacer la diferencia entre tu vida y tu muerte.
A ti, que ya has donado en esta colecta anual, te invito a que lo vuelvas a hacer, pues con tu constante participación logras fortalecer el alma de una honorable institución que solo busca ayudar.
Diecisiete servicios diarios, cuatro elementos listos para atenderlos, dos ambulancias en operativo y nosotros solo te tenemos a ti para ayudarnos a seguir haciendo todo esto posible.
Tú cuentas con Cruz Roja Mexicana y ella cuenta contigo; ayúdala ahora que te necesita y ten por seguro que no te fallará cuando tú la necesites. Cada moneda cuenta.
Seamos todos solidarios, seamos todos Cruz Roja Mexicana, pero principalmente, seamos todos hermanos.
«Tutti Fratelli»