Ana Luz Solís
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Brisa, Jazmín, Paquito, Rodrigo, Juan y Jennifer tuvieron un Día de Reyes muy singular, luego de que los integrantes de la caravana GIFF Guanajuato (Festival Internacional de Cine de Guanajuato) llegaran a sus comunidades para llevarles los juguetes que los Reyes Magos habían dejado para ellos.
Desde temprano, las camionetas de voluntarios y de integrantes de GIFF, de la que Sara Hoch es directora, salieron de las oficinas hacia las comunidades alejadas de la zona urbana de San Miguel de Allende.
Rancho Nuevo de la Rosa y Peña Blanca, fueron algunas de las comunidades en la que los niños recibieron regalos que fueron donados por parte de fundaciones, representantes de la sociedad civil y voluntarios, para llevarlos a las zonas alejadas de la ciudad.
En una de ellas estaba Karina, una niña de ojos café claro, casi tan iguales como los que tienen los demás niños de la comunidad.
Karina vio pasar las camionetas y llamó a sus amigos, a los que les dijo que los Reyes habían llegado.
«¿Tú sabes por qué los Reyes nunca llegan para acá? Siempre les dejamos cartas y no dejan nada, ya hasta que llegan en las camionetas es que nos dan regalos», preguntó la curiosa Karina, que estaba ya por cumplir 11 años.
Pero la pregunta se despejó cuando vio las muñecas y juegos de té que le entregaron cuando se formó en la fila de las niñas. Ahí su duda quedó reservada para un año después, como pasa cada año en ésta fecha, cuando tal vez los juguetes ya no sean tan atractivos para ella.
Pero no solamente los niños recibían regalo, las mamás recibieron también cobijas y productos de limpieza para su familia, que agradecieron a los integrantes de la caravana, una vez que estos se despidieron del lugar para viajar a otro sitio a seguir repartiendo.
Las camionetas llegaron a las plazas de las comunidades, llamaron a la gente y realizaron diversas actividades para rifar, entre otras cosas, triciclos y bicicletas.
Después de las 4 de la tarde la gira terminó, dejando sonrisas en los pequeños y en sus papás y abuelos que se llevaron no solo un juguete, sino un abrigo para pasar lo que resta del invierno.