Redacción
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El nombre de esta chica que hoy te contaremos es Ceci Méndez, es originaria de Celaya pero cada semana se le ve en los tianguis de los Martes haciendo que su voz se escuche.
No necesita la clásica mochila (de esas como en el metro), ella lleva una bocina con ruedas, adaptada para jalar a donde se necesite, enciende su micrófono y se pone a cantar, puras rancheras, de esas que matan, que dan en la herida y que escuchaban tus papás.
La primera interpretación: Camas Separadas, de Yolanda del Río.
Por lo que se escucha, no sube tanto el tono de su bonita voz, más bien la pone lo suficientemente alto como para que la escuche el último cliente sentado en la mesa de donde las chicas de bata rosa sirven deliciosas quesadillas y gorditas de guisados.
Logra cautivar a los hambrientos comensales, que la ven y escuchan mientras clavan el diente en su antojito al que saturan de salsa roja y ensalada tipo pico de gallo.
Al final su hermana menor pasa por las mesas y pide una ayuda: «Con lo que guste cooperar».
Después la jovencita habla de Ceci, de quien dice, junto con su hermano Chavita, son cantantes rancheros versátiles.
Una tarjeta de presentación con el nombre de «Chavita y Ceci Méndes. Cantantes rancheros Versátiles» confirma que lo de la familia es la cantada.
-«Cantamos aquí y en los tianguis de Celaya», dice la jovencita.
-¿Entonces entre semana aprovechan para cantar y ganarse una lanita?, le preguntamos.
-«No, así es como nos damos a conocer, hace promoción y entregamos tarjetas para que la conozcan, y bueno, unas monedas no le caen mal a nadie», dice.