Redacción
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SAN MIGUEL DE ALLENDE. – Doña Rosita Galvan lleva 17 años haciéndole ofrenda a su difunto esposo Aarón López López, el lugar de costumbre es el panteón de Guadalupe pero como este año por la contingencia sanitaria está cerrado, decidió hacerle el homenaje en las afueras de su casa.
«Mis nietos tienen conmigo haciendo el altar 17 años, el más chiquito tenía dos años, me lo llevaba al panteón, y resulta que ya él entró a la Universidad de Los Tecos creo allá en Guadalajara para médico cirujano, y se quedaron ayer por la noche conmigo y hoy que amaneció nos levantamos mis cuatro nietos y yo que hacemos la ofrenda en el panteón pero como hora no hay allá y la hicimos aquí», compartió la señora.
Los marchantes de la calle Beneficencia y de San Rafael, en el Barrio de San Juan de Dios, pueden apreciar esta ofrenda colocada sobre unos escalones, fachada y ventanas de San Rafael, que con mucho amor doña Rosita y sus nietos hicieron a don Aarón y a Ami, quien fue la esposa de uno de sus hijos.
«No sabiamos dónde hacerla, y mis nietos me decían ‘la hacemos en la terraza’, les dije ‘esque allá nadie la va a ver’, lo que se trata es de que vean las tradiciones», dijo doña Rosita.
Doña Rosita también contó, que al verla sus vecinos que ella y sus nietos hacían la ofrenda afuera de su casa, decidieron unirse y le llevaron algunas cosas para agregar.
Su ofrenda de día de muertos contiene algo de fruta como plátanos y manzanas, un canasto con pan, una mini guitarra y una botella de vino, botones de Cempasúchil y de Garra de León entre otros accesorios.