Un grupo de sanmiguelenses unen su fuerza
y pasión para boxear en favor de buenas causas
Carola Rico
c.rico@amsanmiguel.com
Un grupo de sanmiguelenses decidieron ponerse los guantes y boxear como todo profesional en un ring, con retadores que invitan “de fuera”.
Dentro de un gimnasio coincidieron en que el box es lo suyo y que practicar el deporte los hace sentirse vivos y al mismo tiempo se ejercitan. Pero esa pasión por los golpes la enfocaron también hacia otra labor, esta vez social, pues con sus presentaciones ayudan a reunir fondos y apoyar a fundaciones que lo requieren. Este viernes hicieron su primera actuación y todo lo que recaudaron, lo llevaron para hacer el bien.
Fue así que promotores de diferentes gimnasios de San Miguel de Allende buscaron los talentos que están en la ciudad y los reunieron con la finalidad de enfocarse en una buena causa: ayudar a unos angelitos que viven en casa hogar.
Ahí brincotean, entrenan, analizan movimientos, practican golpes, se agachan y también reciben uno que otro puñetazo, pero saben que son cosas del oficio.
Jorge Armando Manríquez, uno de los organizadores de este proyecto, es un boxeador retirado sanmiguelense que busca apoyar el box en su ciudad, ya que existen muchos talentos que les hace falta el impulso y juntos pueden buscar cómo hacerle.
“Hay muchos boxeadores aquí, entonces tratamos de promoverlos para que otros jóvenes vean a dónde acudir para salir adelante en este deporte, porque muchos boxeadores amateur se quedan truncos, dejan su carrera y se retiran y lo que queremos es darles oportunidad y las opciones de lugares, donde pueden salir adelante y ese tipo de eventos como el del viernes pasado, los que queremos hacer 4 ó 5 veces por año, ayudando también a las asociaciones civiles como fue el caso de ‘Casa de los Ángeles’”, dijo.
En San Miguel de Allende radican personas de otras nacionalidades que practican dicho deporte y que han destacado en otros lugares o países, y que hoy son adoptados por los sanmigulenses.
Uno de ellos es Anders “Vikingo Loco”, un chico sueco, residente en San Miguel de Allende.
Los boxeadores
Pero entre ellos está Laura Leyva, una joven de 27 años de edad, que hace dos años decidió enfocar su energía en el box. Ella quiere ser una profesional y hoy es una de las deportistas apoyadas por las autoridades para que se enfoque en lograr su objetivo y conseguir un lugar en el mundo que parecía ser sólo de hombres.
El “Gallito” Martínez es un boxeador que estuvo en el Comité Olímpico y ellos saben que es otra motivación para los iniciadores en el boxeo, ya que fue seleccionado para los Juegos Olímpicos.
El “Charal” Moreno es un peleador del barrio Ignacio Ramírez. Su vida no ha sido facil, pero en el box encontró la forma de darle sentido a su vida.
Francisco Rodríguez tiene 38 años, se crió en Texas pero es México-Americano. Antes era pescador, trailero y estuvo en el Ejército de Estados Unidos por 6 años. Fue uno de los que acudió a la guerra de Irak, a defender los colores de la bandera donde nació, aunque tenga sangre mexicana. Francisco llegó a San Miguel para tener una vida tranquila, pero los golpes le dieron esa adrenalina que buscaba.
Si de entrenadores de box se habla, el “Chavito Machín” Cabrera; Don Sergio Cabrera Mateguala, que está en el Parque Clouthier y Chester “Boxin” que está en la Ignacio Ramírez, son sólo algunos para nombrar.
En la ciudad ya se cuenta con instalaciones adecuadas y sitios especiales para practicar el deporte que cada día tiene más seguidores, incluso niños, que sueñan con verse con su par de guantes dando vueltas al costal, practicando, dando golpes y haciendo un deporte que se realiza a base de trancazos.
