Redacción
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HUEJOTZINGO, PUEBLA, . – Esta es la historia de Rosy Peña, una joven universitaria de 20 años que derivado de la pandemia, que golpeó a su papá, lo dejó sin trabajo por un rato, la joven emprendió su propio negocio, creó una página en Instagram, donde dio a conocer su tienda de accesorios para mujer.
Con la llegada de este virus (el Covid-19), que a mediados de marzo del año pasado fue declarado pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el papá de Rosy se quedó sin trabajo y ella preocupada por la situación, que los recursos en casa ya empezaban a faltar, quizo ayudar, apoyar con los gastos de la casa y todas las necesidades que se fueran dando con el paso de los días y meses, pues no se sabía que tendríamos pandemia para buen rato. Rosy emprendió su proyecto, creo su página en Instagram, la cual tiene por nombre «Niña Bonita», ahí sube fotos de algunos accesorios para dama, como diademas, aretes y pasadores que están a la moda.
«Mi papá dejó de trabajar y entonces me dije, para la edad que tengo, 20 años y no he hecho nada, en dije ¿Por qué no hacerlo?, entonces comenzó muy de moda que las chicas comenzaban a vender cosas por instagram, de aquí de donde vivo se empezó a dar mucho de que empezaron a abrir sus páginas en Instagram para vender, en Facebook. Usualmente todas las páginas eran de ropa, entonces yo dije ‘bueno, no hay páginas de accesorios’ y se me ocurrió abrir una página en la que comencé a vender accesorios para dama», platica Rosy.
«Tengo planeado meter ropa, pero solamente nacional porque pues obviamente las páginas que yo he visto que son de las chicas de aquí de donde yo vivo, venden ropa solamente de Shein, entonces dije ‘es ropa china’, yo quiero apoyar lo nacional, esos negocios que dan identidad a los mexicanos, por ejemplo el «Tianguis de San Martín», que tienen variedad de ropa mexicana, ir a surtir mi mercancía ahí «, detalla la joven.
La llegada de la pandemia provocó que durante cuatro meses el papá de Rosy se quedara sin trabajo, nos que afortunadamente él ya está trabajando otra vez, pero por nada del mundo ella se detiene ya, está dedicando todo su tiempo y energías en su proyecto y en su carrera, pues está estudiando la licenciatura en «Comercio Internacional» en su natal Puebla, en el municipio de Huejotzingo.
Su mamá también trabaja, es ama de casa con otra señora a quien ayuda en el aseo de su hogar, «Mi mamá era quien seguía trayendo el dinero aquí a la casa y cuando mi papá se quedó sin trabajo también otra de mis hermanas seguía trabajando, entre ellas dos se apoyaban una a la otra. Donde yo vivo no se cerró por completo todo, entonces mi mamá dijo ‘sabemos hacer cosas’ y empezamos a hacer postres y los vendíamos, buscábamos la manera de no quedarnos sin el dinero, antes era un día si, un día no, y ahorita que las cosas ya están mejor, que mi papá ya recuperó su trabajo y que yo también estoy aportando algo, ahorita los postres ya solo son cuando nos llegan a pedir», dice Rosy.
A la familia de Rosy ya les está yendo mucho mejor, su papá ya lleva cuatro meses trabajando otra vez, su mamá y su hermana también siguen trabajando y de vez en cuando su mamá hace pasteles o el famoso chocó flan (que le queda muy delicioso y por eso es de los favoritos de la gente).
Son cinco hermanas en la familia, la mayor sigue trabajando, la segunda estaba trabajando también, pero por motivos de la escuela tuvo que dejar de trabajar, también Rosy que emprendió su tienda en línea y dos hermanas menores que ella.
«La situación económica ha mejorado pero tratamos de evitar generar más gastos a mis papás, que ya nadamas se preocupen por las más chiquitas y nosotros apoyarles también en lo que se pueda, gracias a Dios no nos hemos enfermado, todo bien, solo el año pasado cuando mi papá se quedó sin trabajo hubo un susto ahí, de que teníamos sospecha pero se hizo la prueba pero gracias a Dios todo bien, todos bien de salud», concluyó Rosy.
Los postres de la mamá de Rosy
