Redacción
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PUEBLA.- El 25 de octubre del 2018, la pequeña Flor Itzel Cruz Aureles tenía 6 años de edad, cuando la encontraron en el fondo de un barranco en Ixhuacatla, en la zona norte de Puebla.
Su mamá la reportó como desaparecida 2 días antes, cuando se quedó en casa al cuidado de su media hermana; ese día no fue a la escuela porque le dolía su estómago.
De pronto ya nadie la encontró y fue hasta 2 días después que le avisaron a su mamá que la encontraron en el fondo del barranco.
De acuerdo con información preliminar y datos de la Policía Ministerial , la pequeña fue encontrada con un un disparo en la cabeza a la altura de la sien derecha.
La Fiscalía General del Estado dijo aquella vez que su tía Brisa y otras 3 personas detenidas, son parientes de la menor de edad, por lo que se investiga un problema personal entre la familia.
Fue ayer cuando la Fiscalía informó que las responsables de matarla fueron su tías, entre ellas quien la cuidada. Según las indagatorias, las tías planearon el secuestro de la menor para pedir un rescate al padre y la madre, esta última su media hermana.
Brisanet y Lidia fueron condenadas a 87 años de cárcel tras ser encontradas culpables del secuestro y asesinato de su sobrina Flor Itzel Cruz Aureles, de 6 años-
Un Tribunal de Enjuiciamiento del Centro de Justicia de Huauchinango también declaró culpables a 2 de sus cómplices: Alejandro, pareja sentimental de Brisanet, y Benjamín, suegro de ésta.
Los hechos se registraron el 23 de octubre de 2018, cuando los padres de la menor denunciaron que la niña había desaparecido mientras se encontraba en su casa, ubicada en el municipio Chiconcuautla, por lo que la Fiscalía General del estado (FGE) activó la Alerta Amber.
Al momento de ser detenida, Brisanet tenía 20 años de edad y su hermana Lidia 26, mientras que Alejandro, novio de la primera, tenía 20 y el padre de éste, de nombre Benjamín, 43 años.
Los ahora sentenciados fueron detenidos cuando se trasladaban en una camioneta y elementos de la policía estatal les marcaron el alto para una revisión de rutina. En lugar de detenerse, las personas dispararon contra los uniformados y trataron de huir.
Al someterlos y hacer una revisión, la policía les encontró dos escopetas, machetes y objetos que habrían usado para secuestrar y asesinar a la niña.