Redacción
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A través de un escrito, César Arias, activista, director del Charco del Ingenio y propietario de la Posada Corazón denuncia la forma en la que su negocio ubicado en la calle Aldama y que desde el 24 de agosto fue clausurado.
Durante su comunicado señala que la clausura a Posada Corazón «se realizó un operativo por parte de elementos de las direcciones de Patrimonio Cultural y de Protección Civil de la Presidencia Municipal, el cual concluyó con la clausura inmediata de nuestro establecimiento de hospedaje, colocando sellos en las entradas del inmueble».
Indica además que su negocio ofrece los servicios desde el año 2004 y que es de extrañar que la clausura se haya realizado a días de haber hecho público el rechazo de las organizaciones civiles por la construcción de un aeropuerto en San Miguel de Allend.
«La clausura de nuestro establecimiento se consumó bajo el argumento de que algunos de dichos requisitos de Protección Civil no estaban actualizados. Los inspectores nos conminaron a suspender inmediatamente el servicio de hospedaje, amenazando con ejercer acción penal si los huéspedes no eran desalojados –lo cual nos vimos forzados a hacer en forma apresurada. Hemos solicitado esta semana una prórroga para subsanar los requisitos, la cual han sido rechazada por el Director de Patrimonio Cultural, Ángel Gastelum, responsable del operativo contra Posada Corazón».
Indicó que el operativo «fue arbitrario e injustificado... La clausura fue a todas luces ilegal».
«Desde hace muchos años, Posada Corazón y sus propietarios hemos trabajado conjuntamente con ciudadanos y organizaciones de la sociedad civil en la defensa y preservación del patrimonio cultural y natural de San Miguel de Allende. Ello nos ha llevado en ocasiones a la desavenencia con las sucesivas administraciones municipales y estatales, en varios temas sensibles y trascendentes: la conservación de los edificios y pavimentos del centro histórico, la destrucción de las áreas ecológicas, la contaminación del agua, la implantación de megahoteles de lujo, la proliferación de desarrollos inmobiliarios ilegales, la desregulación de las bodas, etc.
«Quizás los temas recientes que han provocado más roces con las autoridades son: nuestro rechazo total al fraccionamiento Capilla de Piedra (verdadera puñalada a San Miguel de Allende), y al andador de la calle Aldama, así como nuestra oposición al trazo de la autopista Silao-SMA (no a la autopista, sino a su trazo), a la ubicación ilegal del polígono industrial (no al polígono, sino a su ubicación) y, más recientemente, la iniciativa del presidente municipal, Ricardo Villarreal, de un aeropuerto o aeródromo en plena mancha urbana.
«La inminente imposición de este proyecto aeroportuario, nos llevó a diversas organizaciones civiles a realizar una rueda de prensa en Guanajuato el pasado martes 22 de agosto, cuyo comunicado tuvo una amplia difusión mediática. La represalia no se hizo esperar: dos días después ocurrió el golpe a Posada Corazón, instrumentado ostensiblemente por el Director de Patrimonio Cultural, Ángel Gastelum».
Y continúa:
«Nos parece realmente lamentable que cuando los ciudadanos y organizaciones hacemos una crítica a las acciones o políticas públicas por parte de los servidores públicos, éstos no sean capaces de responder con argumentos, sino con descalificaciones a quienes acertada o erróneamente hacemos las críticas. Y mucho más grave aun resulta que vayan más allá y ejerzan represalias intimidatorias desde el poder, aplicando selectivamente y a modo la normatividad, con el evidente propósito de desactivar las posturas críticas que les incomodan.
«Ello constituye un atentado contra la libertad de expresión –por lo cual hemos presentado ya una queja ante la Procuraduría de Derechos Humanos del estado. Por desgracia, el caso nuestro no es el único que se ha registrado durante la actual administración –y también la previa. Suman ya decenas los amagos y clausuras selectivas que han tenido lugar en San Miguel de Allende».
Desde la administración se ha indicado que al parecer los permisos de Posada Corazón y otros negocios que han sido clausurados fueron merecedores al cierre por la falta de documentos actualizados así como de uso de suelo, pues algunos estaban operando sin ellos.
