Redacción
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A finales del 2018, en un camino que lleva a una comunidad en Celaya, dos bolsas negras fueron arrojadas a la orilla de la carretera y cuando la gente se acercó vieron que eran dos cuerpos hechos «cachitos». La escena parecía de una película de terror donde hasta ayer, nadie sabía quiénes eran quienes eran los que ahí habían abandonado.
Fue hasta este lunes que los identificaron y como se dieron cuenta de que esas dos bolsas fue el sitio donde guardaron los restos de los gemelos Marco Antonio y Julio César, dos hermanos originarios de Celaya, quienes trabajaban en la Central de Abastos de aquel lugar.
Los gemelos, de 38 años de edad, fueron golpeados y desmembrados para luego colocarlos en una bolsa y dejarlos abandonados en el camino que conduce a San Miguel de Octopan, junto a la carretera Celaya-San Miguel de Octópan. Otro de sus hermanos fue quien los identificó.
