Redacción
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Después de la lluvia llega la leña del frondoso árbol que «desapareció» de la zona de El Obraje el fin de semana mientras todos estábamos de fiesta y recuperándonos de las inundaciones y corrientes de agua, hoy son puro recuerdo.
A ese árbol de mezquite que por décadas permaneció de pie, el encargado de cuidar el Medio Ambiente de San Miguel de Allende y los de Protección Civil, tomaron la decisión de cortarlo porque se había convertido en un «arma letal» que podía destruir una barda del vecino que es dueño también del terreno donde construyen el hotel de lujo por donde salió la corriente de agua, que ya no dejaba pasar urbanos aunque por ahí no pasen y tampoco los camiones repartidores de refrescos y papitas.
Cortarlo fue para ellos la solución y lo hicieron.
La sombra de aquel árbol fue por muchos años un deleite para los paseantes que hasta tenían banquitas para gozar de él mientras charlaban o esperaban a alguien. El correr del agua por Las Cachinches es tranquilizador cuando viene lento.
Las bancas siguen pero ahora será necesario llevar un paraguas para evitar el sol, porque así, nomás así, se decidió cortar porque era «un peligro para los ciudadanos» y una barda de piedra.
Vecinos y comerciantes de la zona criticaron la decisión «porque nos agarraron descuidados», dicen, «el árbol estaba sano, sólo había que podarlo o trasplantarlo… han movido cosas más pesadas, pero seguro le estorbaba a ‘alguien'», dijo don Pedro, un vendedor de la zona.
Pela decisión se tomó a «conveniencia» porque ese árbol frondoso se convirtió en peligro y antes de salvarlo, lo hicieron cachitos y lo repartirán como leña, dijo el director de Ecología y Medio Ambiente, Norberto Carbajo.
«Hay infinidad de árboles que tienen muchos años con las raíces fuera y no caen, la única forma en que sucede es que se quebren, se sequen o se pudran. Una de dos aquí les estorbó para sus planes y lo cortaron», comentó Gerardo, un padre de familia que fue a recoger a su pequeño al Colegio José Vasconcelos y que todos los días apreciaba el paisaje que ya no tiene más follaje.
El director de Ecología Norberto Carbajo dijo que dejó el tronco de abajo porque espera que del árbol caído, salgan algunas hojitas y vuelva a crecer… en otros muchos años.