Hace 90 años, la idea del periodista Rafael Alducin del Excelsior, se materializó luego de una convocatoria que lanzó para celebrar en todo el país, a las madres mexicanas. Desde entonces, cada 10 de mayo, las familias se reúnen para celebrar a la mujer que ofrece su vida y bienestar para compartirla con sus hijos.
En Guanajuato, según datos del último censo de población realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el 2010, casi 7 de cada 10 mujeres de 15 años y más, se han convertido en mamás y de ellas, 3 de cada 10 que viven con su pareja, aceptan haber sufrido algún tipo de violencia o agresión.
El incremento de casos en mamás jóvenes es una de las cifras que más resalta en las estadísticas, que indican que en un 87.8 por ciento de los hogares en Guanajuato, hay al menos una mujer con hijos nacidos vivos.
Con el parentesco que las mamás tienen con el jefe del hogar se conocen otros roles que desempeñan las mujeres que han sido madres, así como las relaciones que les acompañan y que constituyen un apoyo inmediato para ellas, y se encontró que la mayoría de las madres son esposas o compañeras del jefe del hogar (61 por ciento).
Por grupos de edad, destaca una alta proporción de adolescentes (15 a 19 años) que son hijas (30.4%) y que ya tienen un bebé; tres de cada diez (30.9%) son nueras y conforme avanza la edad, la proporción de convertirse en las jefas de la casa aumenta y llega a ser de 32.7 por ciento en las mujeres de 50 años y más.
Para las mujeres, el unirse, convertirse en mamás y formar un hogar independiente son eventos estrechamente vinculados entre sí y generalmente ocurren durante la juventud.
Aumentan las jefas de casa
Según los datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID 2009), las mujeres en edad fértil (15 a 49 años) tuvieron a su primer hijo a los 21 años.
Es conforme avanza el curso de vida de las personas donde se registran las separaciones, el divorcio y la viudez, lo que provoca que muchas mujeres se conviertan entonces en la jefa de su hogar y ejerzan una maternidad sin su cónyuge.
La información generada durante el censo del 2010 por el INEGI, indica que 70 de cada 100 mujeres, de 15 años o más, con al menos un hijo, está casada o en unión libre, y de éstas, un 6.4 por ciento dijo que su pareja no cohabitaba en su vivienda. El resto de las mujeres señaló estar separada, divorciada o viuda, mientras que 6 chicas de cada 100 son solteras.
Violencia contra mamás
El estudio del INEGI, publicado a razón del Día de la Madre que se celebrará el próximo 10 de mayo, describe también los casos de violencia familiar, un asunto que hoy es considerado un problema de salud pública, de derechos humanos, de justicia social y sobretodo, un delito.
La violencia contra las mujeres se trata de un problema de gran magnitud en el país que incluye la violencia sicológica, física, sexual y económica.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, los costos sociales y económicos de la violencia contra la mujer son enormes y repercuten en toda la sociedad, ya que ellas pueden llegar a encontrarse aisladas e incapacitadas para trabajar, perder su sueldo, dejar de participar en actividades cotidianas y ver disminuidas sus fuerzas para cuidar a sí mismas y también de sus hijos.
Los niños que crecen en familias en las que hay violencia de pareja pueden sufrir una serie de trastornos conductuales y emocionales que pueden asociarse a la comisión o padecimiento de actos de violencia en fases posteriores de su vida.
Un estudio realizado por la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2006, señala que 3 de cada 10 mujeres unidas (casadas o en unión libre) de 15 años y más con hijos, refirió haber padecido algún tipo de violencia por parte de su última pareja.
Señalaron que la violencia que más prevalece es la emocional (32 por ciento) la cual consiste en insultos, amenazas, humillaciones, ataques y otras ofensas de tipo sicológico o emocional; le sigue la violencia económica (24.6 por ciento), después la violencia física (19.6 por ciento) que tiene que ver con empujones, jalones, golpes, agresión con armas, entre otras, y la violencia sexual (8.9 por ciento).
Casi 6 de cada 10 mujeres divorciadas, separadas o viudas, muestran una mayor violencia ejercida por parte de su última pareja y la violencia que más ejercen en contra de ellas es la emocional (52.5 por ciento) y la económica (43.5 por ciento).
Un dato interesante, proveniente de la ENDIREH 2006, es que las mujeres unidas que tienen a su primer hijo en la adolescencia (15 a 19 años) experimentan mayor violencia (44.5 por ciento) que aquellas que lo tuvieron a edad mayor.