Redacción
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Hace un año surgió en San Miguel de Allende un grupo de chavos unidos por una misma razón: el futbol. Ellos sabían de escuelas que tenían el nombre de esos equipos que ven por la televisión, pero también de que pedían dinero para todo y para la inscripción. Se trata del club que llamaron Colo Colo SMA.
Su sueño de pertenecer a una de esas escuelas que tienen los escudos de los equipos con jugadores de renombre, pero se les terminó nomás supieron la cifra.
Así fue como Mauricio Ruiz, un jugador y ahora entrenador de futbol, los observó y aplicó un método en el que los chamacos juegan, se preparan y a la vez tienen la oportunidad de participar con otros equipos para lucir su talento en las canchas.
Y así, hace más de un año se juntaron chavos para jugar. No tienen un lugar fijo para entrenar pero tienen el parque Juárez y algunos campos para entrenar. El fútbol, es lo que apasiona a los casi 25 jóvenes entre 13 y 19 años de edad que decidieron contar su propio camino tras el balón… y a veces les cuesta mucho.
«Muchos chavos se nos han quedado en el camino porque no están acostumbrados a entrenar y a tener una actividad física rutinaria. Entonces no aguantan el ritmo que es muy pesado. Yo estuve en tercera división jugando, esto en primer ascenso y aparte estuve trabajando como preparador. Entonces, tratamos de darle a los muchachos una capacitación lo más profesional posible para que ellos tengan mayor proyección y sea más fácil que puedan tener un crecimiento», dijo el profesor.
Pero no solamente pisan las canchas de San Miguel de Allende los fines de semana, sino que a través del profesor Florencio, que está en Veracruz y se encarga de visarías por toda la República y el profesor Héctor en en la zona del Bajío, como se ponen a observar a los chavos para entonces ir a apoyar a equipos de otros estados.
«Así es como se escogen a personas con mayor calidad futbolísitca y nos pide gente para otros equipos, ya sea América, Chivas o equipos de segunda Chimalhuacán, Cimarrones que están en tercera divsión. Son equipos que van en crecimiento y que le piden gente joven para poder moldearlos ellos a su gusto y darles un crecimiento».
De esa forma es como los jóvenes viven una experiencia fuera de San Miguel de Allende, en empastados de ciudades que tienen como primer deporte el fútbol.
aEn este club hay más pasión que recursos monetarios para poder apoyar con gente especializada a los j´voens y Mauricio se ha convertido en preparador físico, director técnico, masajista, doctor, sicólogo y el que organiza los viajes
«Soy la persona que está al pendiente más que nada de los muchachos, porque si yo no lo hago, nadie lo hará».
Desde entonces los entrenamientos no han parado y los lunes, miércoles y viernes se ponen a entrenar; «los miércoles y viernes se trabaja menos físico, sino más táctico y el viernes sí es completamente táctico para prepararnos para las jornadas de fin de semana.
En equipo hay jóvenes con pasión por entrenar, por jugar, por lucirse en la cancha que pueden. Algunos a los 15 años ya no estudian y dedican su vida al trabajo, pero combinado con un deporte que los hace correr, los pone a brincar y ponerse a prueba a cada rato: el futbol.
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