Ana Luz Solís
El artista plástico Francisco Esnayra es uno de los mexicanos que llevará sus obras y creaciones a la exposición Boarding Crossing: Mexico/USA.
La exposición, que se realizará en septiembre y que forma parte de la Feria Internacional de arte Expo Chicago, apoyada por el Museo de Nacional de Arte Mexicano, contará con la participación de otros 10 artistas mexicanos, de los cuales 6 son de San Miguel de Allende.
A ella asistirá el artista Esnayra, Licenciado en Artes Plásticas, egresado de la Universidad Autónoma de Chihuahua y de la Escuela Nacional de Artes ENAP, donde tuvo los primeros con nuevos métodos de enseñanza y producción escultórica al lado de maestros como Elena Somonto, Maru Gamiño y Francisco Castro Leñero, entre otros.
«Es aquí donde comienza una etapa muy importante en mi carrera.
Ya desde Chihuahua viajaba a la capital con la convicción de conocer a fondo el trabajo del escultor Javier Marín, y de correr con suerte, también a él. El primer semestre sólo logré conseguir una cita para conocer su estudio, y no fue hasta la segunda etapa de mi estancia en la ENAP que mi maestra y amiga, Elena Somonte, gestionó una cita para conocerlo en persona.
«Cuando conozco a Javier le hago saber mi admiración por su trabajo y mi interés por conocer los procesos que se llevan a cabo en su taller. En ese entonces se trabajaba en un proyecto monumental para el estado de Zacatecas y su autor muy generosamente me permitió asistir todos los días para presenciar cada paso en la realización de dicho proyecto».
Aprender de un grande dejó en Francisco los mejores conocomientos y el dominio de métodos que sólo se conocen en la práctica real de la escultura.
A finales del 2009, Esnayra volvió a su natal Chihuahua para concluir su carrera y obtener el título. Realizó dos exposiciones individuales de escultura que fueron galardonadas y previo a su graduación, recibe una llamada de la oficina de Javier Marín invitándolo a colaborar en el montaje de una exhibición monumental en los museos reales de bellas artes en Bruselas.
«De inmediato dije que si y me trasladé a la Ciudad de México de donde salía el vuelo a Bélgica. En el camino reflexionaba sin lamento que me iba a perder de mi graduación por estar trabajando con Javier Marín en Europa, lo que me llenaba de orgullo. El montaje duró veinte días en los que tuve el gran honor de convivir y colaborar con el maestro. En uno de tantos diálogos me invitó a trabajar con el de tiempo completo (con lo que seguiré profundamente agradecido) y para eso tendría que mudarme a la Ciudad de México. Aproveché la oferta y cambié de sede. Viví ya aprendí de su conocimientos durante tres años y medio».
Fue hasta principios del 2014 que comenzó a dedicar todo su tiempo y energía a su producción escultórica, que le ha permitido colaborar con importantes galería como Terreno Baldío en México, Galería Santiago Corral en San Miguel de Allende-Valle de Bravo y SCube Gallery en EU.
Para Francisco Esnayra, el surgimiento de nuevos artistas trae además un montón de propuestas innovadoras y mucha actividad de los nuevos creadores y más oportunidades de entrar a las llamadas grandes ligas artísticas en galerías y centros extranjeros.
«A mi parecer, el ámbito artístico está aprovechando muy bien la era de la información, sin embargo he visto que en México los nuevos creadores dedican mucho tiempo en definir qué es arte y que no lo es, olvidando un poco la producción».
Destacó la importancia de sacar el trabajo mexicano a otros países para poder consolidar una carrera artística y éste, dice, es un gran paso.
«Es para mí un privilegio poder colaborar con la Galería Santiago Corral quién se ha encargado de elevar mi categoría como creador poniéndome a lado de Rodrigo De La Sierra, Héctor Velázquez y Sergio Garbal por mencionar algunos de los artistas que representa. También me honra mencionar a Margaret Failoni quien valida mi propuesta para poder llevarla a Chicago y quien me da la oportunidad de formar parte de este grupo de talento mexicano. Es de gran importancia para mi que se haya tomado el tiempo de observar mi obra, pues es un buen indicador de que las cosas van bien con mi trabajo».