Redacción
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Con sólo entrar a Mineral de Pozos encontrarás, además de un lugar lleno de magia y misticismo, decenas de puertas y ventanas cubiertas por ladrillo y cemento ¿la razón? sus dueños las taparon para no pagar impuestos.
Y es que a ese lugar con siglos de historia, también llegó el decreto de quien entonces fue Presidente de México, Antonio López Santa Anna, que en febrero de 1854, a través de su ministro de Hacienda, Luis Parres, impuso cobrar impuesto por las puertas y ventanas exteriores de los edificios urbanos y rústicos que hubiera en el país.
Mineral de Pozos, un pueblo que aún con gran prosperidad, tenía en su mayoría a trabajadores que vivían en sus pequeñas casas.
El cobro para ellos sería pesado, por lo que sólo dejaron lo indispensable: una puerta para entrar y salir.
Caminando por esas pequeñas y empedradas avenidas podrás observar las cornisas y marcos que hoy recuerdan esa parte de la historia que los mexicanos vivieron en el pasado y siguen sorprendiendo a quienes visitan este pueblo enclavado en el centro del país.
Pozos es el renacer de una nueva vida y su gente está dispuesta a seguir trabajando para que vuelva a ser ese lugar lleno de vida e historias por contar que un solo día no es suficiente para encontrarlas todas.
El pueblo, situado a menos de una hora de San Miguel de Allende y 3 horas y media de la Ciudad de México cuenta historias mientras caminas y para vivirlo, tienes que visitarlo.
POZOS, un lugar que tienes qué visitar!!!