Redacción
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Con info de Ana Solís. Imágenes: Staff y Amado Rubio
Como cada año, hay un día de la semana que en San Miguel de Allende no se duerme, y es el día en que se rinde honores y homenajes al Señor San Miguel, al patrono del pueblo, al Arcángel que vigila día y noche a su gente.
En los barrios pareciera que el tiempo transcurre rápido, tienen que prepararse y estar listos para que a la 1:30 de la mañana (este año el 28 de septiembre), salgan con toda su gene rumbo al centro de la ciudad, allá donde se encuentra la parroquia que alberga la imagen de San Miguel Arcángel, el señor San Miguel.
Y como si fuera un ritual, en los barrios saben perfectamente lo que hay que hacer previo a la fiesta.
Los de la Aurora decoran estrellas de papel de china o de otros materiales, se les ponen luces porque son las que llevarán La Luz a la celebraciones.
En la Estación los fieles alistan los mecheros con el que llevarán el fuego para comenzar la quema de pirotecnia justo a las 4:00 de la mañana que es cuando inicia la Alborada.
Y en el Valle del Maíz, se encargan de los xúchiles y los bastones de cucharilla que decorarán las entradas de la parroquia de San Miguelito.
Los barrios se unen y las demás se colonias se unen a ellos para venerar a su Santo patrono.
Y así, lo que se preparó por meses concluye en una gran fiesta en el centro de San Miguel de Allende, Con gente caminando a las 5:00 de la mañana como si fuera un día soleado, otros más, ya con unas «copitas» de más, decidiéndote seguir en la fiesta.
Abuelitos, jóvenes, papás, mamás e hijos llegan hasta el centro para ver el espectáculo de pirotecnia que cada año llega hasta la parroquia y en el que este año dijeron se quemaron más de 400 kilos de pólvora para la noche.