Redacción
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Son apenas las 7:00 de la mañana y en la esquina de Barranca y Hospicio, la escalera de una casa antigua se ha convertido en el lugar ideal para dejar la basura «de paso» al trabajo y «no esperar» que pase el camión recolector.
A esa hora la escalera que luego del pasar el camión recolector se queda llena de cochambre y pequeños residuos de basura forma parte de una de las postales más bonitas de San Miguel de Allende.
La escalera receptora de basura recibe las bolsas con desechos que los vecinos en auto dejan de camino al trabajo, de los vecinos que no quieren esperar. Así lo hace un hombre que estaciona su auto, baja y deja la basura, mientras una mujer con un gran cesto de basura gris, llega a dejar al menos 10 bolsas de basura y vaciar los restos de basurita que quedan al fondo del contenedor.
Hace apenas 10 días, las autoridades de Ecología y Servicios Municipales anunciaban el arranque de una campaña para evitar que la gente continuará dejando sus bolsas de basura y desechos en las esquinas de sus vecinos.
Y con la campaña inició la pinta de bardas, para con ello dejar el mensaje con los ciudadanos de que ahora habría multas a quienes volvieran a dejar sus bolsas de basura en las esquinas de los vecinos y por las calles.
Las sanciones irían de los 2 mil pesos para arriba, dependiendo de la falta.