Redacción
newsssanmiguel@gmail.com
CELAYA.– El pasado 3 de abril, una esquela de la Comunidad estudiantil de la Universidad de Guanajuato, despedía a Andrea Sámano Nieto, una joven de 18 años de edad que el pasado 31 de marzo viajaba con sus padres en su auto sobre la autopista Celaya-Salamanca.
Ella estudiaba el primer año de licenciatura en Química Fármaco Bióloga en la Universidad de Guanajuato.
Sin embargo el pasado 31 de marzo, en ese viaje en el que iba con sus papás, una bala atravesó su abdomen, era el mismo día que en un negocio de compra y venta de lámina, 5 personas fueron asesinados por sicarios dentro del lugar y otra mujer resultaba herida.
Las lesiones de Andrea no formaron parte del reporte de ese día de la Fiscalía, sino que sus compañeros de la Escuela del Nivel Medio Superior de Celaya, de donde salió el año pasado, compartieron una esquela lamentando su muerte.
Andrea murió a consecuencia de las heridas porque ese día que bloquearon con autos incendiados las carreteras de Guanajuato, una bala perdida hería de muerte a la alumna con excelencia y el pasado 2 de abril se le escapó la vida.
Andrea formaba parte del equipo de la Olimpiada de Biología en la Licenciatura en Química Fármaco Bióloga.
Se convirtió en la estudiante número 9 que han sido alcanzados alcanzados por balas perdidas en tiroteos ocurridos en los municipios de Celaya y alrededores.
