Redacción
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Poquito antes de la medianoche del domingo, Guillermo, el delegado de la comunidad de Corral de Piedras, se asomó a la ventana para ver que venía un tremendo aguacero.
En la parte baja de su vivienda está el local de su mamá, quien vende tacos por la noche y, como no era la primera vez que llovía mientras hacia sus ventas, pues fue normal. La lluvia era tempestad, nada que no hubieran visto antes.
Minutos después, ya cerca de entrar en la cama, decidió voltear nuevamente a la ventana y observó algo que nunca antes había visto: el agua salía por doquier del arroyo que pasa por su comunidad e iba directo a las casas y el local de su mamá.
Se puso lo zapatos, se alistó para salir corriendo, pero la corriente se había arreciado. «Nunca había visto que tanta agua saliera de esa forma. Estaba brava. Venía a nosotros con mucha fuerza».
Como pudieron resguardaron lo que tuvieron a la mano, otras cosas las dejaron… al fin eran cosas materiales, la idea era ponerse todos a salvo.
Se movieron a lo más alto de la comunidad y desde ahí comenzaron a ver que las casas a la orilla del río estaban en problemas. Las familias, que ya estaban dormidas,salían en pijamas para salirse corriendo de la casa que nunca antes se había inundado y que esa ocasión estaba llena de agua,lodo, piedras y trozos de maleza.
«Hay una familia que tiene un niño chiquito. Están construyendo un cuartito y tuvieron que salirse porque el agua ya había alcanzado el medio metro dentro de las casas. El papá lo tomó en brazos mientras la mamá sacaba lo que podía. Pero había una zanja de la construcción y ahí se cayó. Era desesperante porque estábamos lejos para ayudar, sólo escuchábamos los gritos, la fuerza de la corriente y la lluvia que no se paraba».
Quien veía la escena pero no podía abrir una ventana por lo que se agarró de la herrería de la ventana y dobló la protección para poder salir; lo importante era rescatar al papá y el niño que estaban en peligro porque la corriente cada vez era más fuerte.
Nunca antes habían pasado por eso.
En todas las casas la escena era similar. Agua que subía de nivel, los muebles que se cubrían de lodo y agua. Los refrigeradores, la estufa…el agua nada les respetó.
Sin embargo no eran los únicos, en las comunidades de El Carmen, Puerto de Sosa y Rancho Bonito estaban viviendo lo mismo. Los bordos estaban a tope… unos se desbordaban y en otras las calles no soportaron la caía de tanta agua en tan poco tiempo.
«Fue ese muro de piedra que levantaron en Corral de Piedras el que retuvo toda el agua y nos la aventó para este lado del río. Les dijimos a los ingenieros de la Secretaría de Desarrollo que hicieron la obra que eso no estaba bien, que estaban moviendo el paso normal del agua y que estaban dejando apenas unos espacios de un metro para paso del agua… Nos vieron con cara de ¡pues si apenas ustedes saben leer!».
Ante ello, el pleno del Ayuntamiento ayer aprobó incrementar la suficiencia presupuestal al fondo “Ayudas para Desastres Naturales” y otorgar a las 60 familias afectadas, apoyos para menajes y recuperación de viviendas por daños estructurales.
A propuesta del alcalde interino, Gonzalo González, en Sesión extraordinaria se discutió y aprobó el tema de dar 1 millón 500 mil pesos, y luego del diagnóstico del Consejo Municipal de Protección Civil, acordaron: “destinar de la partida presupuestal 4481, un fondo para realizar evaluaciones de daños, recuperación de viviendas y menajes siniestrados”.
El diagnóstico fue que son 60 viviendas afectadas en las comunidades El Carmen, Corral de Piedras, Puerto de Sosa y Rancho Bonito; de ellas 6 tienen daño estructural por colapso de bardas por arrastre hidráulico..
Para hacer llegar los apoyos, la dirección de Desarrollo Social y Humano junto con la Unidad de Protección Civil realizaron un censo para determinar cuántas familias y viviendas están afectadas; el diagnóstico fue con base al formato EDAN (Evaluación de Daños y Análisis de Necesidades de Salud en Situaciones de Desastre), que marca la Federación en caso de contingencias.
Con el fondo, buscarán restaurar el cauce de arroyo de Corral de Piedras y modificar la “boca de tormenta”, una vez que la Secretaría de Obra Pública y el área de Infraestructura Hidráulica den visto bueno, por ser de su injerencia; asimismo adquirirán equipamiento emergente de achique y drenaje pluvial.
«La ayuda salió bien rápido y el subdirector de Protección Civil nos ayudó mucho. Él nunca dejó de estar pendiente de nosotros. Por eso estamos agradecidos de que nos hayan hecho caso rápido que porque esto es un desastre».
Esa noche en las comunidades muchas familias la pasaron en vela, había que cuidar lo que el agua dejaba porque hasta los autos y camiones los arrastraba.
Les llovió fuerte, pero esta vez había un muro que les construyeron que lo vino a empeorar todo…
Las casitas de Lomas de San Miguel
Durante la misma sesión se aprobó el cambio de uso de suelo para algunos predios donde se ejecutará, por etapas, el complejo habitacional “Lomas de San Miguel”, pues la aspiración es que sean más de 6 mil viviendas como proyecto final y que en todo momento sea con ejemplo por su armonía ecológica, agrícola, urbano, comercial, de servicios y habitacional.
