- los cascarones pintados de distintos colores y rellenos de confetti cuestan a $1 pesito
- Los payasitos desde $60 y $80 pesos
- Y las flores de papel desde $20 y $25 pesos en adelante.
Llegó el Carnaval con su venta de cascarones y figuras de papel maché alrededor del jardín
Redacción
newssanmiguel@gmail.com
SAN MIGUEL DE ALLENDE -. Está de regreso el Carnaval, la celebración que se lleva a cabo a nivel mundial antes de Cuaresma.
El tradicionalista Joaquín Sierra Rangel, nos cuenta la historia desde los orígenes de esta fiesta y cómo se celebra en San Miguel de Allende y cómo ha cambiado en el paso de los años.
«El carnaval es una celebración que tiene lugar inmediatamente antes de la Cuaresma cristiana (que inicia con el Miércoles de Ceniza) y tiene fecha variable al iniciar en febrero o marzo según el año.
Dijo que tradicionalmente comienza un jueves y acaba el martes siguiente (martes de carnaval). El carnaval combina elementos tales como disfraces, grupos que cantan coplas, desfiles y fiestas en la calle.
«A pesar de las diferencias que su celebración presenta en el mundo, su característica común es la de ser un periodo de permisividad y cierto descontrol. En sus inicios, probablemente con un cierto sentido del pudor propio de la religión, el Carnaval era un desfile en que los participantes vestían disfraces y usaban máscaras. Sin embargo, la costumbre fue transformando la celebración hasta su forma actual», explica Joaquín.
«El origen de su celebración parece probable que esté en las fiestas paganas, como las que se realizaban en honor a Baco, el Dios romano del Cino, las saturnales y las lupercales romanas. Según algunos historiadores, los orígenes de esta festividad se remontarían a la Sumeria y el Egipto antiguos, hace más de 5000 años, con celebraciones muy parecidas en la época del Imperio romano, desde donde se expandió la costumbre por Europa, siendo llevado a América por los navegantes españoles y portugueses a partir de fines del siglo XV», detalla el joven tradicionalista.
Carnaval, quiere decir fiesta de la carne y se refiere a los excesos de toda índole que se hacen en estos días previos a la Cuaresma.
«El carnaval, aunque la Iglesia no lo admite como celebración de tono religioso, está asociado con los países de tradición católica, y en menor medida con los cristianos ortodoxos orientales; las culturas protestantes tienen tradiciones modificadas, como el carnaval danés».
En San Miguel de Allende, la celebración consiste en romper cascarones entre amigos y gente en general.
Destacó que una versión de la fiesta en la Ciudad Patrimonio es que la tradición original era que en el jardín, donde se reunían los jóvenes y daban vueltas en el jardín, los hombres en un sentido y las mujeres en otro y cuando se encontraban el joven le pedía permiso para romperle un cascarón relleno de confetti y perfume, así se demostraba la intención de hacer una cita con la joven y posteriormente iban por un helado o un café, «aquí es donde entra la tradición de las flores de papel y si la mujer no era correspondida, ella le entregaba una flor de papel y dependiendo del color era la respuesta».
Con el paso del tiempo la tradición se transformó en lo que conocemos como los «cascaronazos», donde se hacen pequeñas guerras y travesuras con los cascarones.
Por la tarde del domingo se reúnen personas de todas las edades y rompen los cascarones. Ahora se arrojan harina, se crean riñas y la policía ha tenido que intervenir cada año en esta celebración que se extiende hasta el martes de Carnaval.
Joaquín está muy pendiente de todas las celebraciones que desde nuestros antepasados se llevan a cabo en San Miguel de Allende.
«El punto del Carnaval, viéndolo desde el ámbito religioso, es que la gente hace fiesta antes de Cuaresma, es decir, el Miércoles de Ceniza, porque es como una forma de liberar su intención de hacer fiesta antes de la Cuaresma, no tiene realmente nada que ver, es una fiesta pagana pero el Miércoles de Ceniza es lo que marca el inicio de la cuaresma.
«Entonces todo lo que se haga ahorita dentro del carnaval, por una parte está relacionado pero está mal visto por la iglesia».
Resaltó que en San Miguel de Allende «no está tan mal la cosa» porque todavía conserva algo bonito al ser una fiesta que se hace previo a la Cuaresma y después empieza un tiempo de reflexión y penitencia», destacó el joven de apenas 22 años de edad.
Y para que formes parte de esta fiesta, te avisamos que al Jardín Principal ya llegaron los vendedores de los tradicionales huevos, flores y payasitos.
La venta empezó este sábado y se retirarán hasta el día martes, donde ofrecerán artículos a precios accesibles por ejemplo: