Redacción
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SAN MIGUEL DE ALLENDE.- Esta semana los ojos de María, a quien así identificaremos para resguardar su identidad, ya no volvieron a abrirse.
María tenía 22 años de edad, sanmiguelense de nacimiento y trabajadora en una tienda a la que ya quería volver porque le encantaba su trabajo.
Pero su condición y salud no estaban mejorando y llegar a la tienda era un riesgo para ella. Las diálisis y luego la hemodiálisis que a su corta edad ya tenía años de realizarlas, fueron acabando con sus defensas, por lo que le dijeron que solo le quedaba la opción del transplante.
Cuenta su familia que tras varios estudios y mucha fe, María consiguió un donador: SU HERMANO, quien se dijo dispuesto a darle una nueva oportunidad a María, su hermanita.
Por el mes de septiembre, María fue otra vez al Seguro Social de Celaya y ahí recibió la noticia de que ya con la respuesta de su hermano y los estudios de compatibilidad, ella estaba lista para ir a quirófano para trasplantarle un riñón. El lugar para la operación sería la ciudad de León.
En el mes de septiembre le dieron el turno 530 y tantos… y para estas fechas, en el Seguro Social apenas iban a llegar al 250, dijo su familia. Al menos otros 4 meses había que esperar.
Esta semana MARÍA cayó en el sueño más profundo del que ya no pudo volver.
Ella se fue esperando el turno que los médicos del Seguro Social lle prometieron.
Ella y su familia hicieron todo por salvalarle la vida y con el donador dispuesto a arropar a su hermana... pero no se pudo.
Sobre el caso, Adalberto Valadez Gutiérrez, de Comunicación Social del IMSS en Guanajuato respondió al tema en un mail:
«Hay una lista de espera y se encuentran en protocolo de estudio los pacientes que están en los primeros lugares de la lista (aproximadamente los primeros 40 pacientes), conforme vaya terminando el protocolo de estudio que incluyen estudios de laboratorio e imagen y las valoraciones por los especialistas se presenta el caso en el comité de trasplante y se programan.
«Pero no debería de existir alguna urgencia de trasplante ya que se encuentran en un programa de diálisis, la urgencia se presenta cuando no hay ninguna posibilidad de tratarlos ya sea en diálisis peritoneal o hemodiálisis».
MEDIO SIGLO, UN IMSS IGUAL
En San Miguel de Allende, el Seguro social es solamente una clínica, no un hospital.
En la ciudad con 175 mil habitantes, la seguridad social para atender la salud cuenta con solo 5 consultorios, donde la mayoría de los padecimientos piden a los derechohabientes a irse a Celaya o León para recibir los tratamientos y medicinas.
NO cuenta con camas de atención y son 14 médicos los que se hacen cargo de los más de 38 mil 790 afiliados que tiene el Seguro Social, además de sus familias.
Según informes del INEGI, cerca de 79 mil personas tienen derecho a la seguridad social en San Miguel de Allende, es decir, casi un 43 por ciento de la población.
Pero el IMSS de SMA no hay laboratorio y la farmacia no surte los medicamentos completos porque muchas de las veces los pacientes son enviados a Celaya o León para que allá, les digan qué tienen, ocupando los trabajadores su tiempo, dinero y el riesgo de traslado hasta otra ciudad.
LA CLÍNICA
La clínica del IMSS para la ciudad galardonada con hoteles de alto lujo de hasta $30 mil pesos una noche, con restaurantes que sirven hamburguesas con papas por $800 pesos y platos de lechuga con flores comestibles por $300 pesos (y no es broma), atiende a los meseros, camaristas, los de intendencia, lavanderías, empleados de recepción, cocineros, chefs, lavaloza y familiares de todos ellos, en el porche de la entrada del edificio de la Calzada Aurora, donde truene o relampaguee, deben esperar en una silla y bajo una carpa ya desgastada por el sol.
Conchita Gómez cuenta con el Seguro Social, es pensionada tras varios años trabajando para una empresa privada y el seguro social le quedó como parte de los beneficios de su jubilación.
Dice que para sus «achaques» prefiere atenderlos en el hospital porque en el Seguro es un suplicio vivirlo desde que llegas.
«Estamos ahí sentados bajo una lona toda caliente o fría, entre más enfermos de quién sabe qué. Cada turno hay 5 doctores, donde 2 atienden y los otros almuerzan y si bien nos ca, porque a veces nomás hay dos para todos los que van a esperamos turno», dice.
María se fue sin saber si el turno 530 y tantos estaba cerca o lejos … ese turno quedará en manos de otro porque ella ya se adelantó, su cuerpo desgastado ya no la dejó llegar.
Descanse en paz la joven sanmiguelense que se fue sabiendo que su turno llegaría, pero nunca supo cuándo.
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¿Sabías que en el 2020 ya se tenía un terreno y el ayuntamiento aprobó que se gestionara un hospital del IMSS para San Miguel de Allende pero Luis Alberto Villarreal se negó a darle seguimiento porque se enojó?
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