Redacción
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Con info de Ana Solís
Gerardo López quiere lavar su imagen tras ser detenido dentro de su casa, acusado de un delito que dice, nunca le dijeron y donde dicen que su único error, fue «abrir la puerta » para que los policías pudieran entrar a buscar delincuentes que dice, habían entrado a su domicilio.
Todo ocurrió el 17 de octubre pasado en la calle de Prolongación Insurgentes, allá en la colonia San Rafael. Cuando patrullas, elementos de montada, motociclistas, en patrullas, cerraban los accesos de la avenida Independencia, la Avenida Guadalupe y Prolongación, porque vieron a hombres «fuertemente armados» entrar a una casa, esa donde vivía Gerardo.
Eran las 11:30 de la mañana de ese 17 de octubre cuando los policías desplegaron un gran operativo para buscar hombres que les reportaron estaban armados y amenazando a la gente en el puente Guanajuato.
El operativo entonces duró más de dos horas esperando que llegaran órdenes de cateo para entrar a la casa, esa en prolongación Insurgentes número 5, donde vive Gerardo y donde estaba acompañado de su mamá.
Fue cuando su mamá le pidió llevarle una cubeta con agua, que Gerardo vio en la azotea de su vecino a 4 elementos de policía que dirigían sus armas hacia dentro de su casa y les preguntó qué hacían en el lugar, a lo que respondieron que buscaban hombres «fuertemente armados» que se habían metido a su casa y que le pidieron que buscara por los rincones.
«Yo dije, ¿pues que quiere? ¿que yo haga su trabajo?» y les dijo que bajaran , que él les abría la puerta y así lo hizo.
«Pero cuando quité el pasador, que se me hizo raro que estuviera porque nunca lo ponemos, lo recorrí y cuando estaba abriendo la puerta, oi que me dijeron ‘¡Sal con las manos en alto!, y me for me metí, dije… no sea que se vayan a confundir».
Pero los policías entraron, encontraron a un hombre escondido, se lo llevaron y a él le dijeron que lo iban a revisar.
Lo hincaron, le revisaron su mochila y encontraron un dinero que dice y le entregaron de la empresa en la que trabajó por mantenimiento y en seguridad privada y dio vuelta por «varias manos».
Tras llevarlo detenido lo obligaron a pasar 36 horas en Separos policiacos, donde le dieron a beber solo una vez canela y donde no le permitieron hacer llamadas.
«Nunca me dijeron por qué me llevaron. Me tomaron una foto que hicieran que saliera por todas la redes y las vieron hasta mis amigos que tengo por México y el extranjero. Me hicieron ver bien feo, me hicieron ver como una persona de delincuencia».
Preguntamos a Comunicación Social de Presidencia Municipal la versión de estos hechos y hasta el momento de la publicación no habían respondido.
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