Redacción
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SAN MIGUEL DE ALLENDE.- Desde el trono municipal de Mauricio Trejo Pureco, alias «Cero Uno», llega la confirmación de la que tanto te habíamos platicado (porque vamos, ya se veía venir y solo bastaba un botón).
Ahora es oficial: la guerra contra Jaime Cirilo Labrada, presidente del Consejo del sistema de Agua Potable y Alcantarillado de San Miguel de Allende (Sapasma), ha sido declarada sin tapujos.
Y ¿cómo no? la información de una página «a modo» que el séquito del gobierno municipal encabezado por el michoacano Mauricio Trejo, ahora llamado «Cero Uno», la misma que utilizan para lanzar dardos envenenados, nos ha hecho oficial que el próximo sacrificio de este gobierno (Trejolandia), es el sanmiguelense Jaime Cirilo Labrada, oriundo de la comunidad de Los Rodríguez.
Labrada, quien se puso la camiseta y aguantó más de 19 inhabilitaciones (sí, leíste bien, ¡19!), todas por corrupción y malversación de fondos, hoy está por recibir la puñalada de la traición.
Y, para más ironía, estas inhabilitaciones se las echó ala espalda para proteger al gobierno de Trejo y a otros «nobles» colaboradores. Pero ahora resulta que el mismísimo alcalde reelegido, a quien Labrada ayudó a salvarse de más de un proceso, le ha dado la espalda. O sea, «tres Doritos después» (o más bien, tres años después), lo echan al matadero.
En su momento, Trejo lo integró al equipo como un «agradecimiento» digno de un telenovelón, pues le agradecía por haberlo salvado de tanto rollo legal. Pero ya sabemos cómo son las cosas en el paraíso político.
El tiempo pasa, y ahora en ese misma página «a modo» lo sataniza, no por corrupción, no por irregularidades, sino porque supuestamente a Labrada le gusta «el chupecito». ¡Así es! El complot en su contra es para señalarlo de que el grave problema del agua potable en San Miguel, no es porque se gasten el dinero, sino porque a Labrada le gusta pasar un buen rato.
Y por si eso no fuera suficiente, el complot no sería digno de telenovela mexicana sin unos cuantos personajes extra.
Desde la llegada del fuereño Raúl Vallejo Solís a la tesorería, se ha armado una red de complicidad que ni las mejores películas de espionaje.
Como su mano derecha tiene al queretano Hugo Díaz Elizárraga, sí, el mismo que metió a su sobrinita en un lío de corrupción en Querétaro y por el cual fue procesado y castigado y miren, aquí lo tenemos muy sentado en el gobierno del michoacano Trejo,.
Otro queretano más es Miguel Ángel Muñoz Casarez, a quien le dieron el cargo de Subtesorero y encargado de los pagos a proveedores (vamos, si Labrada quería algo, tenía que pasar por estos dos primero).
Por si no fuera poco, también agregaron a Eduardo Soto Juárez, un fuereño de la CDMX que, en un giro inesperado de lealtades, los colaboradores extraoficiales del gobierno Municipal lo señalan por dejar el equipo de Labrada y ahora parece que juega a «agente doble» para ir contra él.
Con esta alineación de «villanos», «Cero Uno (Trejo)» ha orquestado el complot perfecto para deshacerse de Labrada. Y todo quedó comprobado desde su página a modo, claro, donde acusan al pobre hombre de todo, menos de ser parte de sus propios pecados.
Así que, San Miguel de Allende, no se preocupen por el agua potable, que al gobierno de Trejo, el verdadero problema no es la corrupción de sus funcionarios, ni que cobren «moches», ni que su director de tránsito esté acusado de acoso sexual sin que tenga consecuencias, ni que él mismo esté señalado por una autoridad federal por desacato, aquí el verdadero problema es que a Labrada, le guste la copita.