El Hotel Rosewood fue anfitrión del segundo concierto anual de jazz en beneficio de la Casa Hogar Santa Julia Don Bosco, asociación que alberga en un entorno confiable y amoroso, a niñas y jóvenes que han sido maltratadas o abandonadas, así como apoyarlas con educación superior que les permita el desarrollo de todo su potencial en vista de una independiente y saludable integración social.
Naomi Lawler y Minna Del Río, miembros de la mesa directiva de la Casa Hogar Santa Julia, dieron bienvenida y agradecimiento a las decenas de contribuyentes y voluntarios que se presentaron en uno de los bellos jardines del hotel para apoyar con la causa y disfrutar de una tarde de jazz.
Momentos después arribó al escenario Julia Vari, cantante, pianista y arreglista reconocida a nivel internacional, que se ha presentado en los más destacados foros y teatros de México y el extranjero. La acompañarían Ken Basman en la guitarra, Antonio Lozoya al contrabajo y Víctor Monterrubio en la batería, todos ellos grandes músicos de la escena jazzística mexicana, quienes ofrecieron versiones de clásicos como Amanecí en tus brazos de José Alfredo Jiménez, y Va pensiero de Verdi, entre otras.
Casa Hogar Santa Julia Don Bosco está bajo la responsabilidad de la Orden Dominicas de María. En la actualidad albergan a 47 niñas de edades entre los dos y los 19 años que son atendidas por ocho religiosas de la Orden, lideradas por Sor Lidia Mendoza, presente en el evento de beneficencia. “Agradecemos a todos los bienhechores que participan con nosotros, y les invitamos a que nos visiten y conozcan nuestra labor que es muy linda. Tenemos muchas niñas, todas en diferentes escuelas, desde guarderías hasta universidad”, compartió Sor Lidia, directora de la Casa Hogar.
El momento emotivo de la tarde se lo llevó Yazmín, una de las jóvenes que vive en la Casa Hogar, toda vez que su madre no pudo hacerse cargo de ella y la entregó cuando tenía apenas seis años de edad. “He vivido en Santa Julia durante 13 años. Ahora tengo 18 y estoy estudiando mi último año de preparatoria en la escuela Fray Pedro de Gante. En agosto empiezo la universidad y voy a estudiar medicina, voy a cumplir mi sueño de ser médico. Estoy muy agradecida con la casa hogar, con la madres y con los benefactores por haberme alimentado, dado educación y un hogar, así como una vida llena de oportunidades”.