Redacción
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Rodolfo Neri Vela, el primer astronauta que México envió a la NASA, llegó a San Miguel de Allende para hablar con los jóvenes y decirles que los límites son los que uno mismo crea y que en su camino optó por vencerlos y viajó hasta el espacio.
Disciplina, amor por lo que haces, compromiso y palabra son las cualidades que pidió a los jóvenes adoptar en cada uno de sus objetivos; “no te distraigas por cosas que son ajenas a ti, enfócate; por algo estás ahí, no tengas miedo, enfrenta y cumple”.
El primer astronauta mexicano llegó a San Miguel de Allende a mover conciencias y motivar corazones.
Cerca de 400 jóvenes escucharon la conferencia del astronauta mexicano que hace 32 años hizo realidad lo que parecía imposible: Viajar al espacio y tomar fotografías de la tierra como no se había hecho antes..
Rodolfo Neri Vela basó su conferencia en su historia de vida y así impartir la conferencia que denominó: “México en el espacio y la exploración del cosmos” donde el principal objetivo era dejar en claro a los jóvenes que no deben quedarse en una zona de confort, que a todo hay que ponerle fecha, de inicio y fin, porque la competencia es real.
Precisó que la tecnología no debe estar separada del humanismo, que cada individuo, desde lo particular, hasta lo familiar, social, como Estado y como país deben tener en claro que hay que ponerse a trabajar y resolver problemas y obstáculos.
El trabajo, detalló, genera que “sólo se va lo que no puede con esa inercia y se queda lo que sabe trabajarse por un objetivo en común, siempre en equipo; por eso debemos quitar distractores y ser constantes”.
“No debemos confiarnos, no todo es maravilloso por arte de magia; si repasamos la historia siempre ha habido guerras, delincuentes, héroes, traidores, de todo…y tal vez sea así para siempre hasta que los humanos se conviertan en robots y ya no existan los sentimientos como en películas de ciencia ficción.
“La vida tiene situaciones complejas, pero…todavía hay muchísima gente de buena voluntad, a veces las circunstancias son las que presentan retos y obstáculos que hay que aprender a superar porque la tierra sigue siendo una selva; nadie regala nada (…) nosotros debemos de ir por lo que queremos”.
Rodolfo Neri cruzó las nubes y llegó al espacio porque su límite es infinito y hoy dedica su tiempo a escribir lo que su mente guardó para siempre y que le encantaría que más mexicanos pudieran llegar hasta donde él llegó: a ver la tierra más allá de los mares y las montañas.
