Redacción
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Foto: Ana Gaby Hdez.
El nombre de este joven es Saúl Gustavo Martínez Hernández, es de la colonia San Luis Rey y el primer sanmiguelense que forma parte del cuadro titular del equipo de futbol de la Segunda División de la Liga Premier, el Internacional de San Miguel de Allende.
A sus 18 años tenía claro que «vivir de la patada» era lo suyo porque el futbol lo vivió desde que era niño: su papá jugaba en los campos, sus tíos lo hacían también y él, junto con sus amigos jugaban todo el tiempo en los campos de futbol que están detrás de la escuela Fray Pedro de Gante.
Jugar era su pasión y componer instalaciones eléctricas era su trabajo, porque su papá es electricista y él era quien le ayudaba a trabajar.
Saúl está por cumplir 19 años de vida, nació el 14 de marzo de 1999. Sus papás son Gustavo Martínez y Gisela Hernández y tiene 2 hermanos Ulises y su hermana Grisel Viridiana.
Este chamaco que se prepara para ser un profesional, estudió su primaria en la escuela Ignacio Allende, la secundaria la terminó en la Fuego Nuevo y la Preparatoria en El Pípila.
Empezó a jugar futbol desde los 4 años de edad y su papá siempre lo impulsó para que nunca dejara de correr tras un balón.
NEWS.- ¿A qué te dedicabas antes de integrarte con el equipo Inter de SMA?
«Estuve un tiempo entrenando en Celaya, en un equipo llamado Águilas de San Miguel. Era de aquí pero iba a entrenar hasta Celaya, hubo un tiempo que ya no fui porque estaba trabajando con mi papá».
NEWS:- ¿Cómo te enteraste de las visorías para el equipo?
«Mi hermana Grisel me enseñó una publicación y la verdad yo no estaba muy seguro de ir porque no me sentía lo suficientemente preparado para ser parte del equipo. Estamos hablando de un equipo que te exige un mayor nivel de preparación y yo estaba muy nervioso porque en ese momento era un nivel donde te ponen a prueba, pero mis hermanos y mis papás me convencieron y dije ¡Pues vaaa!».
Saúl explica que para seguir los sueños implica sacrificios y él lo hace al no pasar tiempo con la familia o hacer cosas que antes podía. Ahora su vida está concentrada en el equipo, al igual que sus demás compañeros.
«A ellos (su familia) sólo los veo un rato en la tarde y en la noche, no los veo como antes, después de los entrenamientos voy a casa, como lo que preparan en casa, veo a mi mamá, me preparo y voy al gimnasio en las tardes».
Algunos de sus compañeros del equipo, dicen que es un chico muy serio, no habla mucho pero es muy disciplinado.
Efraín Ignacio Díaz es uno de sus compañeros, es de Hermosillo, Sonora y asegura que este sanmiguelense es todo un profesional.
«Es de los jugadores que casi no hablan pero en la cancha demuestra que es un gran jugador. He visto cómo ha crecido futbolísticamente y como persona también, la verdad yo creo que todos los que estamos aquí nos sentimos muy orgullosos de él».
Hugo Vladimir Bautista Sanabria es otro joven sanmiguelense de 17 años que también forma parte del equipo Inter de SMA, y esto es lo que él dice de su compañero Saúl, a quien ha visto crecer porque entrenaban juntos desde niños.
«Desde chicos hemos jugado juntos y nos conocemos, sabemos lo que es esto del futbol. Nosotros nos quedamos en el equipo de San Miguel y él, al igual que todos, vamos creciendo junto con el equipo», dice.
Saúl llegó al equipo (Inter de SMA) hace 7 meses, llegó en calidad de prueba, se le hizo una visoría y su estancia fue entrenar sin estar registrado. El torneo pasado su entrenamiento le sirvió mucho para crecer en lo profesional.
Al momento que el profesor Ernesto tomó las riendas del equipo, de inmediato vio a Saúl sus cualidades y virtudes en la cancha.
«Es un joven muy sobresaliente, sí hace la diferencia. Es de los chavos que es muy difícil encontrar y en el futbol se le da la preparación necesaria para lograr que crezca. Logró superarse hoy y se ha convertido en un jugador de relevo muy bueno, que ahorita ocupara un lugar como titular».
Saúl hace una invitación a los Sanmiguelenses a que vean los partidos del Inter de SMA en el Estadio José María Capi Correa.
«Nos esforzamos para ganar y ganar, yo los invito a que vengan a apoyarnos a echarnos porras y que vengan a vernos cada 15 días».
