Redacción
Newssanmiguel@gmail.com
DOLORES HIDALGO, CIN.– Con una misa oficiada por sus compañeros y encabezada por el obispo Benjamín Castillo Plascencia así despidieron al padre Gumersindo Cortés González, el «padre Gume» el mismo que estuvo a cargo de la casa de retiro de Atotonilco y de sus fieles en Celaya.
Al Padre Gume lo mataron, al padre Gume que buscaba cualquier modo para acercar la religión a sus fieles, lo asesinaron de un tiro en la cabeza, y sus asesinos lo dejaron al lado de un camino de tierra y junto a su camioneta, esperando que «alguien lo encontrara»… y así fue.
Al Padre Gume no lo mataron para asaltarlo, ni para robar su unidad, al padre Gume le dejaron todo lo que traía, y le pusieron el arma en la cabeza para acabar rápido con su vida.
Ya no habrá mensajes por su canal de YouTube, ni tampoco hablará de esda palabra y mensaje de Dios que transmitía de manera tan especial a sus feligreses, a esos que él llamaba «hijos» porque su «padre (Dios)» se los había encargado.
En la Semana Santa, una de las más importantes para la iglesia católica, sus días santos fueron dedicados a saber que el Padre Gumer había sido asesinado, otro para velar sus restos y otro más para decirle adiós.
Esta semana así despidieron al padre Gumer, con sus compañeros recordando su paso por la iglesia mientras su casulla reposaba en el ataúd de madera que pusieron el día de su despedida el último día de marzo en la parroquia de Cristo Rey, en Dolores Hidalgo, el municipio donde hombres armados se lo arrebataron a su familia y a la Iglesia Católica.
Pésima redacción.