Covadonga Valdés
Cuando pensamos en la idea de ser padres, lo primero que se nos viene a la mente es aquel bebé pequeño, indefenso, al cual tenemos que proteger y querer, imaginándonos sus primeras palabras y sus primeros pasos. Pero como es ley de vida, esos pequeñines crecen, después viene la niñez y más tarde la adolescencia.
¡Qué hermoso es ver crecer a nuestros hijos que nos llenan de orgullo y momentos felices!
Ahora pasemos a la adolescencia, etapa de cambios y formación de la personalidad, aspiraciones, sueños e ilusiones; y al mismo tiempo las diferencias con los padres.
Difícil tarea para nosotros entender a nuestros hijos en tiempos modernos, cuando comparamos ésta etapa de su vida con nuestra adolescencia vivida hace años. ¡Qué paradoja! ¡Todo ha cambiado! y se nos hace complicado entenderlos.
Sin embargo, si nos ponemos a analizar, siguen siendo los mismos adolescentes que fuimos nosotros, pero en un mundo diferente.
¿Qué hacer para comprender y apoyar a nuestros hijos?
Recordemos que nosotros también pasamos por esas etapas de rebeldía, inconformidad y miedos.
Hablar con nuestros hijos es la mejor forma de comprenderlos y apoyarlos; la comunicación de los padres con ellos abre fronteras entre esas diferencias que pueden surgir.
Seamos amigos de nuestro hijos, sin perder la autoridad y el respeto que nos deben como padres, haciéndolos entender que nuestros consejos y regaños son porque nosotros tenemos la experiencia y recorrido por la vida que nos convierten en sus mejores guías, además del profundo amor que les tenemos.