Redacción
newssanmiguel@gmail.com
Y como no nos cansaremos de advertirte los riesgos que corres de un posible fraude, te contaremos esta esta historia que pareciera ser de cuento pero no lo es, para que a partir de ahora tengas más cuidado en a quién le das copia de tus documentos oficiales, porque con ellos, son capaces de hacer algo como esto:
Al protagonista de esta historia que levantó la demanda correspondiente ante la Procuraduría General de Justicia de Guanajuato le llamaremos Juan.
Juan tiene 27 años de edad y vive en el municipio de Jaral del Progreso, de donde es toda su familia.
Ante el Ministerio Público relató que en noviembre del año pasado fue a la tienda Aurrerá que se encuentra en el bulevar Paseo de la Juventud de su natal Jaral y que al salir, se le acercó una persona para ofrecerle el trámite de una tarjeta de crédito.
Le dijeron, como en todos lados, que lo único que le pedirían sería una copia de su credencial para votar. Juan, confiado en el trámite prestó su credencial y firmó una solicitud de que aceptaba que lo investigaran ante el Buró de Crédito.
Pero rato más tarde, Juan dudó del trámite, pidió de regreso su credencial y dijo que si podían cancelara todo. Sin embargo pasó el tiempo y un mes después, recibió en su domicilio una diciéndole que la tarjeta que había solicitado le había sido aprobada. A la misma persona le dijo que no estaba interesado, y que esperaría que llegara a su domicilio para entonces regresarla. Así lo hizo nomás llegó.
Durante otros meses, Juan, ya olvidado de la tarjeta que había devuelto, no tenía otro pendiente más que trabajar y pagar los gastos diarios. Fue en el mes de mayo cuando comenzaron a llegar a su domicilio los estados de cuenta de una tienda de Telcel por la compra de 3 aparatos, por los cuales habían pagado 25 mil pesos.
Extrañado fue a cuestionar el origen de esas compras y cómo es que aparecía su nombre ahí. Los estados de cuenta siguieron llegando, esta vez con diversas compras que supuestamente había realizado.
Fue hace apenas 4 días, el 27 de mayo, cuando acudió al cajero de Banamex de la empresa donde trabaja para retirar el pago de su sueldo y darse cuenta que estaba en ceros.
Cuando pidió una explicación en atención a clientes le dijeron que era por las tarjetas de crédito que tenía a su nombre, y que estaban cobrando las mensualidades directamente de su sueldo, porque el adeudo total que tenía, era de $308 mil 408 pesos, por lo que tenían que irlo descontando.
Ante eso, Juan se fue a levantar la demanda correspondiente ante el Ministerio Público que hoy investiga las tarjetas de crédito que sacaron a su nombre por confiar, afuera del super, en una persona que le ayudaría a tramitar un crédito que le fue autorizado pero luego rechazó para que otros se aprovecharan de su nombre para comprar, comprar, comprar y dejarlo hasta sin su sueldo.
La averiguación previa del fraude cometido en su contra quedó registrada con el número 304/2016-II.