Redacción
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Silvia Pasquel no sólo vino a la ciudad a hablar del amor y el desamor, la realidad y la fantasía en una pareja, sino que también llegó para llevarse con ella, el «Corazón de San Miguel».
La primera actriz, descendiente de las admiradas Pinal, se presentó la noche del miércoles en el escenario del Teatro Ángela Peralta con el monólogo de «No seré feliz pero tengo marido», un actuación que formó parte de los festejos por el Día Internacional de la Mujer.
Con dos funciones, miles de carcajadas y Jorgito, el «marido», Silvia, en su papel de «Bibi», hizo carcajear a las mujeres y hombres que llegaron al recinto para escuchar su charla silenciosa con el hombre que por años ha estado a su lado.
Pero ese monólogo con el «gordo» hizo también reflexionar a los invitados, en su mayoría mujeres, sobre las relaciones de pareja, el respeto, el deseo, la vida real y los anhelos frustrados.
Fue al término de la primera función cuando el alcalde Ricardo Villarreal y su esposa Emilia Vega subieron al escenario para agradecer la presencia de la Pasquel en San Miguel de Allende.
Fue ahí cuando le entregaron su corazón, el mismo que la actriz agradeció porque se lleva lo mejor de una ciudad que dijo, siempre se roba la admiración de quien la visita.