Redacción
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San Miguel de Allende contará con tres nuevas jefaturas anti-corrupción que se encargarán de investigar, revisar, reglamentar, vigilar las funciones y actuar de los servidores públicos, así como dar soporte jurídico a los nuevos proyectos que se tengan para la ciudad.
Las nuevas unidades anti-corrupción se forman a raíz de la aprobación que realizó el Ayuntamiento que modifica el reglamento interno de la Contraloría Municipal con el fin de adecuarlo a la recién entrada en vigor Ley de Responsabilidades Administrativas para el Estado de Guanajuato.
Junto con las modificaciones se anunció también la creación de 3 nuevas jefaturas:
- la Unidad de Evaluación y Control de Obra Pública
- Unidad de Auditoría y
- Unidad de Contraloría Social, que entrarán en vigor un día después de su publicación en el Periódico Oficial del Estado de Guanajuato.
El pasado 19 de julio entró en vigor la Ley de Responsabilidades Administrativas para el Estado de Guanajuato, como un aparato del Sistema Estatal Anticorrupción, que modifica las responsabilidades de servidores públicos y particulares vinculados con faltas administrativas graves o hechos de corrupción.
Con la adecuación del reglamento interno de la Contraloría Municipal, en su artículo número 3, el Ayuntamiento de San Miguel de Allende cumple con la normatividad y agrega las nuevas instancias regulatorias dentro de la Contraloría «sin afectar la partida presupuestal del año fiscal 2017».
A partir de la entrada en funciones, la Contraloría, a través de la creación de la Coordinación Jurídica, tendrá competencia en materia investigadora, sustanciadora y unidad de proyectos de resolución, mientras que en la Coordinación de Gestión Ciudadana se integrará toda reglamentación de unidades de Situación Patrimonial y Gestión Ciudadana.
Durante dicha sesión también se aprobó la donación de un terreno para la construcción de una escuela primaria en la colonia Jardines II.
No se necesitan nuevas oficinas, se necesitan nuevos elementos que tengan lo básico, honestidad, eficiencia, probidad e ética. Lo demás es sólo llenar el cochinito del ahorro de unos cuantos.
Es increíble que en pleno siglo XXI los corruptos empiecen a crear oficinas para entre ellos mismos cuidarse y taparse todos sus actos delictivos a gran escala.