Redacción
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Con info de Ana Gaby Hdez.
Los pronósticos del tiempo indican que a partir de este fin de semana el sol se ocultará a ratos tras las nubes y comenzará la temporada de lluvias. Pero mientras eso pasa, hay quienes tienen que aguantar el extremo sol porque su trabajo así lo requiere.
Ellos lidian todos los días con los rayos de sol porque la calle es donde trabajan.
A Cristian y Efrén les tocó ir al Templo de La Salud para instalar lámparas en la fachada. Ellos son parte del equipo de trabajo de Servicio Público que se dedican a dar mantenimiento a la ciudad patrimonio.
Su jornada de trabajo empieza a las 8:00 de la mañana y a la 1:00 de la tarde toman su descanso para comer, después se van a trabajar ¿Cómo sobrellevan los fuertes golpes de calor que hay durante el día?
«En ratitos tomamos un descanso de 5 minutos, a partir de la 1:00 hasta las 5:00 de la tarde es cuando está muy fuerte la calor pero no hay de otra, así es este trabajo», dijo Cristian que tiene 1 mes trabajando en la instalación de lámparas, su compañero Efrén comenzó hace apenas esta semana.
En la misma zona estaban Alberto Sánchez, Luis Enrique y Jesús Gallego, trabajadores de la empresa de recolección de basura TecMed que recibían las bolsas de basura que les llevaban comerciantes de la zona.
«Ya está uno impuesto al calor, de andar todo el día. Nosotros empezamos a las 6:30 de la mañana y hasta que acabe la ruta. Comemos cuando cala el hambre y a veces andamos trabajando y comiendo», dijo Alberto mientras el sol de las 11:00 de la mañana se asomaba.
Jorge, Judith y Jorge, trabajan en una tortillería ubicada en la calle de Insurgentes. Ellos están acostumbrados a lidiar con una temperatura de alrededor de 40° centigrados.
«Ya estamos acostumbrados pero tomamos mucha agua; nos aventamos unos 2 litros y medio cada quien», dijo Judith.
Don Juan Luis, de la colonia San Rafael, vende nieves frente a las instalaciones del DIF municipal y todos los días, en un horario de 12:00 a 5:00 de la tarde.
«Para los que desean hacer más ligero el calor con estas nieves tiene», dice. Y aunque su producto es de lo más refrescante, el calor para llevarla hasta su clientela lo obliga a estar bajo el sol.
Daniel Gómez es dueño una rosticería en la Avenida Guadalupe y él asegura que a pesar del calor por los hornos en su local, soportar el calor que se ha sentido los últimos día es casi igual al que siente todos los días al trabajar.
Pero como sabe que el calor es intenso, decidió colocar un garrafón afuera de su local para que la gente que sienta sed tome agua en los conitos que colocó al lado.
«Esto de regalar el agua fresca es porque está haciendo muchísimo calor, esto lo hicimos para ver si alguien más lo se une, porque hay gente que a veces no trae para comprar un agua», dijo.
Por eso Daniel dice que con esto del calor, dejar un garrafón con Conitos de papel para la gente que pase frente a sus locales no sufra por la sed.
Trabajar bajo los rayos del sol es más pesado, pero ellos ya saben cómo hacerle para lidiar con el problema.