Redacción
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Con info de Ana Gaby Hernández
Cada día, a las unidades recolectoras de basura les falla algo o algunas cuadrillas avanzan por las calles sin ese sonar de la campana porque ya no hay suficientes.
Algunos de los recolectores sustituyen el estridente ruido de las campanas con bella música, así la gente se da cuenta de que el camión de la basura está cerca y de forma muy musical.
Y para muestra un botón: La unidad de Limpia L-9 que recorre la calle de Loreto anuncia su paso con canciones de José Alfredo Jiménez y alguno que otro bolero, así los vecinos salen a dejar su basura en medio de un espectáculo musical.
Estos días, el camión recolector tuvo algunas fallas técnicas frente al templo de San Francisco cuando de pronto se apagó y no quiso encender. Los problemas técnicos en el motor o bomba de gasolina son frecuentes en su recorrido y en ocasiones les ha tocado poner de su bolsillo para reparar la unidad.
“De vez en cuando nos pasa, detalles que suceden de repente como la ponchadura de una llanta por ejemplo”, comenta Don Santos, con 17 años de experiencia y quien toma el mando en la unidad que circula en las colonias de Palmita, Allende y Paraíso.
Pero justo a la mitad de su recorrido en la Salida Real a Querétaro, la carga que llevaban casi se desparrama y faltaban montones de bolsas por recoger, lo bueno es que llevan un contenedor extra que sujetan con un cordón a la unidad; ahí caben otras poquitas bolsas en el carrito decorado con juguetes y una televisión analógica que les dejaron en el camino y los espera para también irse «de mosquita» hasta su destino final.
