“Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma”, proclamaba Julio Cortázar, uno de los escritores más prolíficos que ha entregado la literatura latinoamericana. Al color de la encrucijada literaria que celebramos esta semana en San Miguel de Allende con motivo del Festival Internacional de Escritores y Literatura, rendimos un sentido homenaje a la trayectoria del autor, del cronopio, del mago, del amigo.
“Las circunstancias de mi nacimiento fueron nada extraordinarias pero sí un tanto pintorescas”. Es como si Cortázar no hubiera muerto aquel domingo del 12 de febrero de 1984, como si su presencia siguiera manifestándose como una compañía constante, principalmente en este 2014, a unos meses del primer centenario de su nacimiento, un 26 de agosto de 1914.
Cien años donde demasía de autores han escrito sobre su vida menos él mismo. Nunca realizó una autobiografía, alguna memoria o algún semejante. Su andanza, sus pasos, sus pensamientos, quedaron dispersos entre papeles como ecos extraviados. Este es un doble homenaje al escritor argentino; un tributo recreado en 19 pasajes que tú puedes cambiar de posición en una especie de rayuela en la que te puedes acercar a su vida en otro orden distinto al original.
Ese su juego proponemos hoy a 30 años de la muerte de Julio Cortázar …