Redacción
newssanmiguel@gmail.com
SAN MIGUEL DE ALLENDE.- El pasado 6 de abril, Ricardo Vidales, un comerciante de aguas frescas de sabores fue abordado por empleados de Mercados del gobierno municipal quienes le reclamaban la falta de permiso para vender botellas de agua en su camioneta.
Ricardo estacionó su unidad en la zona de la Estación del Ferrocarril y atendió a los clientes que se acercaron a comprar agua de jamaica, limón, pepino con limón, fresa y horchata que todos los días prepara para ganarse unos pesos y llevar dinero a casa.
Sin embargo ese día llegaron 3 empleados de Servicios Públicos, entre ellos uno llamado Juan Pedro Peralta Ramírez, quienes le pidieron que se moviera de este lugar porque no podía vender sin un permiso que le diera el gobierno municipal.
«Me dijeron: ‘por órdenes del Presidente (Mauricio Trejo) no puedes andar vendiendo en la calle, muévete de aquí y ve a tramitar tu permiso», le dijo uno de ellos.
Al decir que en ese lugar no molestaba a nadie, los de Mercados llamaron a una unidad de Policía quienes pusieron contra la camioneta a Ricardo y a su acompañante, para quitarle las hieleras con el agua que ese día había preparado para vender en las calles, acusándolo de sacar tubos y hasta objetos punzo cortantes «con las que supuetamente había amenazado a los empleados municipales.
Con la ayuda de los policías le quitaron su mercancía.
Tras llevarse sus hieleras con aguas frescas, el jefe de los empleados de Mercados, quien describió ante la Contraloría de «aspecto cholo», le dio una cita al día siguiente para «ayudarle» a tramitar su permiso de venta.
«El señor de apellido Pacheco, me citó a las 10:00 de la mañana en las oficinas para ‘ayudarme’ lo encontré en la entrada y me dijo que no tenía tiempo, que lo esperara. Dieron las 3:00 de la tarde (5 horas después que lo citó) y ya tenía mucha hambre, fui a comprar algo y en eso el jefe de Mercados se salió corriendo de la oficina y cuando les dije en la oficina que ya tenía horas esperando, me dijeron que volviera otro día, porque el señor Pacheco ya se había ido.
«Sólo esperó que me moviera del lugar para irse de la oficina, con toda la grosería de no atenderme y no ayudarme como lo había prometido», dijo Ricardo.
Cuando solicitó la entrega de sus hieleras volvió a pasar lo mismo y «la hicieron cardiaca» por lo que fue a presentar la denuncia ante el Ministerio Público por el robo de su mercancía y sus hieleras.
El MP demostró que los empleados municipales se llevaron «a la mala y por la fuerza su mercancía» al sacarla de una camioneta, propiedad privada.
«Pero el cuento no acaba ahí, Laura Flores, una ingeniera que pusieron en Servicios Públicos, cuando fui a pedirle ayuda lo primero que me dijo fue: ‘¡ah, es el del tubo!, para luego meterse a su oficina y no salir para no atenderme ni darme solución y al contrario, el jefe de mercados y los otros empleados se la viven acosándome.
Fue luego de que el Ministerio Público obligó a los empleados municipales a devolverle lo que le habían «robado a la mala», él les ¡OTORGÓ EL PERDÓN!.
Luego de tener su mercancía echada a perder y recuperar las hieleras, pidió a un conocido que le permitiera estacionar su camioneta para poder ofrecer su mercancía en la zona de La Esperanza.
«Le renté el lugar para poder vender y dos días después, el dueño del lugar me dijo que ya no podía estar ahí y luego de que ya les dije que no quería problemas; pensé que todo había acabado ahí pero ¡me equivoqué!», dice.
Ricardo se enteró que el jefe de Mercados y los empleados de Servicios Públicos fueron decirle al dueño del terreno que «si seguía dejando que yo vendiera ahí mi agua, le iban a echar a Hacienda, el señor se asustó y ya no tuve dónde seguir ofreciendo mi mercancía», relató.
Ricardo Vidales dice que los hombres de mercados no solo lo acosan a él, sino a otras personas a las que este gobierno les impide trabajar.
«Siempre llegan con el argumento que es el presidente Trejo el que no los quiere en la calle y mire, sigo sin tener permiso porque me quieren mandar a una zona donde no hay clientes, donde literal, no hay nada y ya estoy cansado de que estas personas abusen de sus cargos, de sus puestos y del uso de las patrullas, para hacer daño a quienes pagamos por su sueldo».
ERNESTO CANO, EL CHISMOSO
Mientras todo esto ocurría y Ricardo Vidales contaba los hechos a una compañera de NEWS en la estación del ferrocarril, en el salón construido al lado de las vías, Ernesto Cano Luna, empleado de mantenimiento de Infraestructuras deportivas del gobierno municipal, instalaba el nuevo crosfitt que instalarán en el edificio que le quitaron a Protección Civil, al tiempo que grababa, tomaba fotografías y «chismeaba» al Jefe de Mercados, lo que el ciudadano relataba a la compañera de NEWS.
Ernesto Cano, quien además tiene una tienda de abarrotes junto con su familia en la colonia Santa Cruz de La Paz, dejó de hacer su trabajo para ponerse grabar y mandar a un empleado a tomar imágenes de lo que estaba ocurriendo en la calle.
Se supo de inmediato que el tendero y también encargado de poner cosas en la deportiva, de inmediato mandó mensaje y la grabación al jefe de Mercados para «chismear» lo que había escuchado.
CONTEXTO:
- JUAN PEDRO PERALTA RAMÍREZ, es inspector de Mercados. Sueldo: 13 mil 567 pesos