Carola Rico
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Desde hace un año, en la zona noreste del Estado, existen 3 pequeñas granjas familiares donde producen huevos ecológicos, proyecto que se realiza en favor de las familias de los migrantes.
En la California, municipio de Dolores Hidalgo, en Corral de Piedras de Arriba y en Sosnavar de San Miguel de Allende, se realizan estos proyectos de los huevos ecológicos que son coordinados por la Diócesis de Celaya a cargo del padre Rogelio Segundo Escobedo.
Son 15 familias las que trabajan en estas 3 granjas familiares de San Miguel de Allende y la región y el producto lo venden en el centro de la ciudad.
Los huevos orgánicos son aquellos cuyas madres disfrutaron de una vida en la que no existen las sustancias químicas, la iluminación artificial ni las jaulas, es decir, que para que el huevo sea orgánico y/o ecológico, es necesario que exista una eficiente bioseguridad, adecuada ambientación, nutrición y sanidad.
Una buena ambientación es de suma importancia, que las gallinas vivan en un ambiente libre, donde puedan desarrollarse con soltura, y no en galpones pequeños donde la calidad de vida es totalmente insalubre. Las que viven en batería ponen sus huevos mientras son zarandeadas y pisoteadas por las que comparten la misma jaula, teniendo cada una un espacio cinco veces menor que el que necesitan para ponerse de pie, moverse y agitar sus alas.
“Los huevos ecológicos son de “gallinas felices”, que no viven encerradas en jaulas, sino en libertad, que siguen una exquisita dieta de cereales ecológicos, se les respeta su ciclo natural de sueño y no son tratadas con hormonas ni antibióticos. Y eso se nota en el sabor, el color y el tamaño de sus huevos.
En las granjas de San Miguel de Allende, las familias tienen sus gallinas sueltas en los traspatios de sus casas, se alimentan con granos de maíz, algunas lombrices y desperdicios de la cocina y salen los huevos de rancho; analizando esta realidad y tomando en cuenta la información de expertos en la materia, como son doctores en veterinaria de varios estados del país y Venezuela, buscaron mejorar las condiciones y alimentación de las gallinas. Para ello se construyen las casetas que tuvieran un ambiente agradable con frescura en verano y calidez en tiempos de frio.
Las gallinas están en una cama de paja; las cajas de postura se colocan de tal manera que el hue- vo se recoja por fuera. La alimentación es de germinados de maíz y trigo, lombrices y vitaminas.
Se ha visto la buena calidad del huevo y la aceptación que tienen las personas al comprar.
