Redacción
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Con info de Ana Gaby Hdez.
SAN MIGUEL DE ALLENDE.- La Escuela Secundaria Leobino Zavala cumple 90 años, que se fundó en honor del maestro que mostró vocación y necesidad de servir.
Coincidentemente un lunes 10 de febrero (como hoy), pero del año de 1930, abrió sus puertas en San Miguel de Allende. Al principio estaba en la calle de San Francisco, que ahora lleva el número 40, era la casa de Cruz Téllez «el Che Téllez», quien era amigo de Leobino y quien prestó su casa para convertirla en escuela.
Después de ahí pasaron a lo que ahora se llama Posada de San Francisco en la esquina de Hidalgo con la Plaza Principal, para luego moverse al colegio de Sales que está situado en la Plaza Cívica y posteriormente pasó al mesón de San Antonio, uno que está a un costado del Teatro Ángela Peralta en la calle de Mesones.
De ahí realizó otros muchos cambios y hasta 1973 ocuparon sus instalaciones propias donde hoy se encuentra el plantel en la calle San Rafael #7, de la colonia San Juan de Dios.
La historia empieza en Salamanca, donde la comunidad petrolera fundaron la escuela 18 de Marzo.
Don Leobino Zavala Camarena y otro grupo de intelectuales y maestros, todos de buena voluntad hicieron los trámites en aquel tiempo con el gobernador Antonio Agustín Arroyo Che, pidió el permiso e hizo todos los trámites educativos.
En aquel tiempo se llamaba Escuela de Comercio, Enfermería y Obstetricia, de la parte comercial se encargaba el maestro Don Leobino, de la parte médica la enfermería era el doctor Anastasio G.
Los primeros alumnos en inscribirse fueron María del Carmen Barajas Muñoz (que en paz descance), quien se convirtió en doctora, enfermera, partera y con quien los sanmiguelenses acudían por una inyección o un medicamento. Esa primera alumna que fue la base de la Salud en San Miguel de Allende.
El primer alumno niño fue el hijo de Don Leobino Zavala, de nombre José Leobino Zavala Vallejo, quien más grande se convirtió en alcalde de San Miguel, fue político en Guanajuato, maestro y director de la escuela también.
En el año de 1974, el día 27 de diciembre, falleció Don Leobino Zavala y el maestro que Fidel Muñoz Barajas, que daba clases de inglés y de español, fue quien promovió que se cambiara el nombre de la escuela a su fundador.
Se hicieron todos los trámites educativos, los trámites de administración de gobierno y a partir de ese año al siguiente, en 1975, esta escuela se llama Licenciado Leobino Zavala Camarena en honor a su impulsor.
Actualmente, en el año 2020 la escuela secundaria del Lic. Leobino Zavala Camarena, trabaja con dos turnos, matutino y vespertino y cuentan con una matrícula de cerca de 950 estudiantes de ambos turnos.
Por ahora no tiene un director presencial, es la maestra Gabriela Gerrin Chávez quien tiene un permiso en cuestión educativa. Por la mañana funge como encargado de la escuela matutina el maestro Arnaldo Hernández García y en el turno vespertino el maestro César Rodríguez Gutiérrez.
La escuela ha crecido a través de los años y ahora cuenta con:
- laboratorio de robótica
- laboratorio de ciencias tradicional y de cómputo con simuladores, sensores para que los estudiantes lleven su preparación avanzada en tecnología.
- La escuela cuenta con canchas de basquetbol y multiusos
- Un auditorio
- Cafetería
- 9 grupos en la mañana y
- 9 grupos en la tarde
- Hay 35 docentes, 4 secretarias, 3 intendentes y 1 velador.
Y para celebrar esos 90 años de fundación de la escuela secundaria Li. Leobino Zavala Camarena, este lunes por la mañana, personal docente y alumnos de la secundaria realizaron un acto cívico en la Plaza Cívica, en coordinación con el gobierno municipal de San Miguel de Allende.
Posteriormente inauguraron un muro en las instalaciones de la secundaria Leobino Zavala, que simboliza el fluir de la vida del aprendizaje de los estudiantes, de que deben continuar avanzando.
«Significa que no hay límite ni detención porque el agua realmente se combina con todo, una gotita rompe una roca, en fin, ese es el significado de que haya este muro con esa especie de cascarita donde fluye el agua», así lo compartió el profesor Víctor Manuel Morales Yañez, residente de la Academia de Ciencias de esta escuela.