Arturo Morales Tirado
Si bien, para que en una sociedad, los paradigmas cambien, para que los modelos de hacer las cosas, de ejecutar las acciones se modifiquen, es necesaria la participación de los agentes, y factores del exterior como referencia y motivadores, los cambios en esta y cualquier sociedad, pensando en mejorar la calidad de vida de los que componemos la misma, no se pueden realizar de ninguna otra forma que no sea a partir de nuestra propia realidad, permitan que redunde, me refiero a la realidad real, la que es compleja, la que se compone de personas y por ende, ideas, motivaciones, aspiraciones y acciones diversas en contraste con las percepciones superficiales de la realidad maniquea que sin aceptar diversidad de criterios y tonos, percibe los fenómenos sociales de la realidad en buenos o malos, positivos o negativos, los que están con migo y los que están contra mi, etc.
Por que lo digo, por la tradición que ha existido desde hace décadas a nivel nacional y en los últimos años, a nivel local, en lo general, de tratar de generar e imponer por unos cuantos sectores minoritarios de la sociedad, aveces por un solo grupo de poder: la realidad oficial a través de sus aliados en medios de comunicación con la promoción de los boletines oficiales, documentos oficiales y comunicados oficiales; situación, que al paso del tiempo corto, como bien lo mencionaba Max Webwer desde hace un siglo, desgasta a los líderes carismáticos que sustentan su atracción de las masas a partir de anuncios y promesas espectaculares, que con el paso del tiempo se desgastan ante el cobro de la factura de la multicitada realidad real de la sociedad, que al vivirla, la manifiesta, de muchas formas y canales, sobre cualquier maquillaje superficial de esta.
Aprovechando la oportunidad de este espacio en este medio, el AM San Miguel de Allende, para procurar balances en nuestra democracia local, es que menciono los dos párrafos anteriores como fundamento para proponer la necesaria búsqueda del modelo de turismo (marca) San Miguel de Allende, a partir de nuestra propia realidad, con todos los paradigmas de nuestro entorno, incluso del orbe, pero a partir de nuestro propio contexto, nuestro propio tiempo, espacio y circunstancias (políticas, económicas, sociales, culturales y ecológicas).
El modelo de turismo San Miguel de Allende al que muchos aspiramos, está fundamentado en la evolución dinámica centenaria de nuestra sociedad (nuestro principal activo turístico) manifiesta en nuestro patrimonio natural y cultural único, auténtico, irrepetible y excepcional (como lo ha señalado la propia UNESCO). Me quiero referir al modelo de Turismo San Miguel de Allende, como aquel que podemos sentir y llevar en nuestro espíritu y en nuestro ADN por ser del propio del lugar donde vivimos como sociedad sanmiguelense, si bien, abierta al mundo pero también con sólidas raíces en nuestro pasado milenario, en la ancestral diversidad cultural local y la abundante diversidad biológica local, propia de un espacio único de frontera fisiográfica con cuatro ecosistemas diferentes interactuando entre sí (Bosque de encino, bosque de galería, humedal continental de altura y semidesierto).
Para la definición de nuestro modelo de Turismo San Miguel de Allende, por fortuna, contamos ya con variadas herramientas, como lo son: el marco legal, diagnóstico, pronóstico, propuestas y ejercicios que se han registrado en las instancias oficiales locales, estatales, nacionales e internacionales. Por mencionar algunas: las declaratorias de la UNESCO, la Ley general del Equilibrio Ecológico y Protección Ambiental, el Código Territorial para el Estado de Guanajuato, la Ley Orgánica Municipal, la Ley de Planeación del Estado de Guanajuato, el diagnóstico y caracterización del Plan de Ordenamiento Ecológico Territorial del Municipio de San Miguel de Allende, por cierto, dicho por por las autoridades federales,
uno de los mejores a nivel nacional. Contamos con investigaciones y estudios realizados por el Observatorio Turístico de Guanajuato, la Universidad Autónoma de Querétaro, La UNAM, La Universidad de Guanajuato, el Instituto Sanmiguelense de Estudios Superiores; el Plan de Desarrollo Urbano – Turístico de San Miguel de Allende, realizado por FONATUR, infinidad de estudios hechos por las ONGs, particulares y muchos más.