Redacción
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Un pequeño de 7 años de edad murió la noche de este miércoles a consecuencia de las heridas que le provocaron los balazos que lanzaron desde una camioneta al frente de la casa donde estaba. El pequeño niño estaba en el lugar y el momento equivocado.
Esas balas no eran para él, dicen que estaban dirigidas para uno de sus parientes que estaba en el lugar, pero una de ellas dio en su abdomen. Las heridas lo hicieron desvanecer y minutos después falleció.
Esta mañana en la zona no se habla de otra cosa que de su muerte, y en la finca donde lo mataron, la última de la calle Antonio Quero, tres vehículos (uno de ellos de reciente modelo), permanecen estacionados alrededor de la finca.
En las paradas de camiones, en la tienda, entre vecinos, se habla de la muerte del niño y cómo los actos de los adultos llevaron a un niño a pagar las consecuencias.
«Qué daño podía hacer ese pequeño a esa edad», dicen los vecinos que sorprendidos observaron el operativo de peritos del Semefo, de policías y de PGJE, que no terminó dicen, sino hasta después de la medianoche.
Hoy por la mañana en la calle parece que no pasó nada, el lugar estaba igual que ayer por la mañana, sin cinta amarilla delimitando la zona, un sol apenas saliendo e iluminando la finca rodeada de piedras y tierra, sin policías y con un niño menos.
La muerte del pequeño de 7 años ocurrió cerca de las 10:00 de la noche en la colonia Santa Cecilia, justo en la calle de Antonio Quero, lugar que fue acordonado por elementos de Seguridad y donde los peritos de la Procuraduría de Justicia realizan los peritajes.
La pequeña víctima de las balas era pariente de Jorge «N» alias «El Tachas», un hombre de 27 años de edad que el 11 de abril del 2016 murió a balazos en la avenida Guadalupe. «El Tachas» contaba con antecedentes penales por posesión de arma de fuego y narcomenudeo.
Información extra oficial señala que el hermano menor de Jorge «N», a quien al parecer esta noche fueron a buscar, está también señalado por los mismos cargos.
Confirmaron además que elementos de la Procuraduría de Justicia del Estado de Guanajuato, tenían una orden de cateo del domicilio y que estaban por realizar.
El pequeño ya descansa en paz, una bala que no era para él acabó con su vida y la tranquilidad de las familias de la colonia Santa Cecilia que escucharon las detonaciones «como si fueran cuetes».
la pgje cateo