Mario Preciado
De la reflexión sobre qué es arte y qué no lo es, de cuestionarse los valores de una verdadera amistad, de todo eso y más surge la obra “ARTE, cuando los amigos se encuentran”, puesta en escena que se presentará todos los jueves del mes de mayo en El Sindicato.
La obra, original de Yasmina Reza, tendrá su tercera temporada en San Miguel de Allende, luego de haberse presentado exitosamente en Querétaro.
Bajo la producción Ralcri, los amigos en la vida real Christian Zaid, Édgar Montoya y Cristóbal Ramírez, interpretan a los amigos Iván, Sergio y Marcos respectivamente, quienes discutirán sobre el concepto de arte luego de que Sergio compra una carísima pintura moderna; el sentimental de Iván y visceral de Marcos, pondrán en jaque a Sergio ante la compra que acaba de hacer.
“ARTE, cuando los amigos se encuentran”, cuestiona hasta dónde los amigos son similares en gustos. ¿Qué pasa cuando en un grupo de amigos, uno de ellos hace algo inesperado y diferente?, eso es lo que se logra descifrar al final de la trama, repleta de humor, risas y que entre sus parlamentos devela una vasta carga de profundidad.
La obra es además una buena oportunidad para colocarnos frente al espejo de la sinceridad, que nos muestra tal y como somos, o como nos tratan nuestros amigos, que no es lo mismo; es una reflexión sobre las características humanas, el margen de discusión y tolerancia que estamos o no dispuestos a permitir en una relación de amistad.
a.m. platicó con sus protagonistas, e inmersos en la reflexión sobre qué es arte y qué no lo es, los tres actores compartieron su primer acercamiento con las artes:
Iván, interpretado por Christian Zaid, es el mediador entre Sergio y Marcos durante la historia, su labor consiste en hacer que no tengan enfrentamientos de acuerdo a su punto de vista sobre el cuadro en cuestión.
“Mi enfrentamiento con el arte fue desde niño, me encantaba dibujar, nunca lo he hecho profesionalmente pero así empecé a tener encuentros con él. Mi mamá me llevaba a escuelas de cultura, escultura, pintura y de pronto caí en una clase de teatro y a partir de ese momento me enamoré del arte. Puedo apreciarlo desde mi forma de ver las cosas, distinta a los demás”, explicó.
Édgar Montoya (Sergio en la obra): “En mí el arte se presenta en una edad muy avanzada, a los 18 años, casi para terminar la prepa y justamente con el teatro es que tengo un acercamiento real. Por azares del destino llego a ver una obra de teatro a la que nos mandan de la escuela y me enamoro, dije ‘quiero hacer en el escenario lo que están haciendo estas personas’, y yo iba a estudiar Veterinaria, por cierto (…) Con el teatro empiezo a descubrir que hay un mundo más sensible, que me quitaba la preocupación de pensar que yo iba a trabajar en una oficina, consultorio o encerrado haciendo siempre lo mismo, y no, había una oportunidad real de hacer otras cosas”.
Finalmente, Cristóbal Ramírez, Marcos en la obra, nos cuenta cómo supo del arte: “Desde pequeño nunca dije ‘quiero ser bombero, policía o astronauta’, yo siempre dije ‘quiero ser artista’. No tenía ni idea, lo juro, ni idea de qué significaba ser artista. Participaba en los concursos de declamación, oratoria, en los festivales del 10 de Mayo, ahí estaba siempre de metiche, aunque nunca fui bueno tocando algún instrumento ni pintando, en todo lo demás ahí siempre estaba. La primera vez que yo me quedé cautivado por un cuadro fue por uno de Santiago Carbonell que se llama “El sueño de Francisco”. Iba todos los días a la galería a ver el cuadro, ¿qué le veía?, no lo sé, pero siempre le encontraba algo distinto”, finalizó.
Los boletos pueden ser adquiridos en El Sindicato y en El Café de La Mancha (Recreo 21); el costo es de $120 pesos.