Redacción
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Una cinta de la policía rodea el sitio donde fueron halladas ocho personas muertas y al menos 30 sobrevivientes en un remolque estacionado en el estacionamiento de una tienda Walmart en San Antonio, el domingo 23 de julio de 2017. (AP Foto/Eric Gay)
Por protección contra asaltos y extorsiones, caminata de un día completo por la noche y el cruce del Río Bravo en balsa, a los «coyotes» de la frontera hay que pagar 700 dólares (cerca de 13 mil pesos mexicanos), el siguiente pago es cuando se llega al destino elegido en los Estados Unidos, donde hay que desembolsar 5,500 dólares, es decir un poco más de 100 mil pesos mexicanos por llevarlos al otro lado.
Esas son algunas cantidades declaradas por migrantes rescatados del tráiler en San Antonio Texas, donde 10 de ellos murieron y en el que el sanmiguelense Vicente Puente Valdez libró la muerte.
El paisano Vicente, originario de la comunidad de Presa Allende, se encuentra hospitalizado en el Military Medical Center y fue contactado por personal de Atención al Migrante de Guanajuato que realizan los trámites necesarios para regresarlo a casa.
Vicente ya pudo hablar con su familia en San Miguel y las autoridades municipales se presentaron este martes para hablar con su esposa Avelina y decirle que cuente con su apoyo para devolver al paisano a casa.
El pasado 23 de julio en un estacionamiento de un Walmart en San Antonio Texas, fue encontrado un tráiler que en el interior hallaron a 40 personas que por horas viajaron sin aire, sin agua, soportando temperaturas de hasta 47 grados. Diez de ellas no soportaron y fallecieron dentro de tráiler y otros 30 están hospitalizados.
El viaje al sueño americano:
El portal de CNN publicó las declaraciones hechas por los migrantes a la Policía estadounidense y donde relata que él esperó junto con otras 28 personas para cruzar el Río Grande con la ayuda de los traficantes que estaban relacionados con el cartel mexicano de Los Zetas.
Una vez del otro lado caminaron por varias horas hasta que fueron recogidos por el pick-up Chevrolet Silverado al camión en el que había hasta ese momento, unas 70 personas.
«Los traficantes cerraron las puertas del trailer, el interior estaba oscuro y ya hacía calor», se lee en la demanda. El entrevistado dijo que nadie les dio comida o agua y que, aunque pedían ayuda, nadie les respondió. Horas después, a las 9:00 pm, alguien abrió las puertas, les dijo que pronto empezaría el viaje y les entregó una etiqueta de un color por cada grupo, les dijo que con ellas serían identificados por los traficantes que los recogerían en un punto del trayecto para llevarlos a los destinos que habían acordado.
Pero el trayecto se alargó, en el tráiler no había aire, no tenían comida ni agua y aprovechaban un orificio para turnarse y poder respirar. Nadie se preocupó por ellos por ellos por horas y 10 murieron por falta de aire.
Dicen que algunos más se fueron en camionetas y los 5 mil 500 dólares que tenían que pagar por llegar al destino no lo pagaron porque ahora están en un hospital, esperando volver a casa porque todas las horas que pasaron para llegar a la frontera, cruzar el río, caminar por las noches, viajar apretujados en una camioneta y luego casi morir dentro de una caja de tráiler, esta vez no sirvieron de nada porque de ese lugar tuvieron que salir inconscientes, casi muertos y sin dinero…
