Paredes que suenan

Los sanmiguelenses y visitantes tienen apenas un mes para apreciar el mural que el artista Eduardo Kobra vino a realizar en la fachada del hotel Matilda, dentro del programa de actividades del festival de arte y música electrónica SMART.

La calle de Aldama se convirtió durante un par de días en el taller temporal del artista originario de Brasil. En las banquetas se veían decenas de latas de pintura y dos escaleras, lo suficiente para su creación.

El mural solo podrá permanecer un mes, tiempo que las autoridades municipales y el INAH otorgaron debido al título de Patrimonio Cultural de la Humanidad que conserva esta ciudad, en el que se estipula, entre otras cosas, los colores y formas que deben conservar las fachadas del primer cuadro y calles aledañas.

Platicamos con Kobra, artista que ha recorrido las capitales del mundo tintando sus muros, rescatando imágenes icónicas y provocando una pausa entre el ir y venir de los paisajes urbanos.

¿Cómo fue el proceso creativo para realizar este mural?

En todos los lugares y países a donde viajamos acostumbramos producir una lectura de personajes históricos e icónicos de ese lugar, por ejemplo, en Nueva York pintamos una escena del final de La Segunda Guerra Mundial, con marineros y enfermeras, hacemos una lectura. En Moscú hicimos una bailarina, es parte de la historial del Bolshoi, se llama amaia, que está en un área histórica”.

¿Qué lectura levantaron en San Miguel?

“Aquí nos estamos basando en algo clásico, porque la pintura es vista por muchas personas, por todo el mundo. Es un mariachi con mucho color, se llama MariArte, un personaje con un instrumento, la trompeta, y está tocando los colores, lo colorido de la ciudad. Usamos algunos tonos clásicos y otros más para hacer un contraste.

¿En qué te inspiraste?

“Trabajo con imágenes icónicas. Esta es la primera vez que estoy en San Miguel de Allende; veo que es una ciudad muy clásica, muy bella, histórica y buscaba que la pintura no resultara agresiva a la ciudad. Es una pintura que se incorpora al paisaje, quería que tuviera un diálogo con la ciudad, con los turistas que están viniendo para acá, pensamos en un personaje que fuera parte de la cultura”.

Esta es la primera vez que pintas en México.

“Sí. Ya me invitaron a pintar en Guadalajara y en la Ciudad de México pero aún no se oficializa nada. Esta es la primera vez que pinto un mural en México”.

¿Qué sabías sobre San Miguel de Allende antes de venir?

“Me dijeron que era una ciudad con turistas de todo el mundo, que están aquí en busca de paz y tranquilidad porque es una ciudad muy acogedora, que es una ciudad muy delicada, con arquitectura detallada y jardines bellísimos encima de las casas, que eso atrae a gente de todo el mundo. Me impresionaron mucho los colores de la ciudad, la belleza plástica; de las ciudades que he visitado es una de las más bellas”.

¿Qué otros trabajos has realizado recientemente?

“Mi trabajo está muy concentrado en Estados Unidos, en varias ciudades, tres o cuatro murales en Miami, en Palm Beach; en Los Ángeles tengo murales muy grandes; en Nueva York; he pintado en París, en Moscú, en Atenas, en Uruguay… acabo de hacer un mural en Roma”.

¿Cuánto tiempo te toma hacer un mural?

“Dos o tres días, primero tenemos la foto en la pared, después el proyecto y luego hacemos el mural. Podemos tener también la colaboración de más personas porque el proyecto está cuadriculado (en la pared) y entonces hay la posibilidad de una mayor participación. Estoy muy honrado de poder conocer artistas locales y colaborar con ellos”.

¿Has tenido la oportunidad de conocer el arte que se produce en San Miguel?

“En verdad, quiero aprender de San Miguel de Allende. Voy a terminar este mural en los próximos dos días y durante dos días más quiero conocer talleres y artistas. Me dijeron de La Fábrica La Aurora, donde hay muchas galerías y quiero conocerlas, quiero incorporar algo de ese trabajo en mis murales y espero que nuestro trabajo también pueda hacer un diálogo e incorporarse con los artistas de San