Redacción
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Es al Señor de la Salud a quien le ofrecen su dolor; con los golpes de las varas comparten el dolor que Jesús sintió durante su pasión y hasta su muerte.
La comunidad que se dedica a la creación de canastos, cestos y otro tipo de artesanía que posteriormente venden en los mercados, este sábado vivió una de las tradiciones que cada año toma más fuerza: darse con todo con varas.
Son los hombres los que realizan uno de los rituales más sorprendentes, donde cada golpe lo ofrecen a Cristo y a Dios, porque así consiguen indulgencias y perdón.
David, uno de los más de 300 participantes en la danza y los bailes, que recibió decenas de varazos en su espalda, llegó este año por primera vez a la celebración. Es la primera vez que participa y lo hace más que por devoción, por saber qué se siente.
Para él este año no pidió indulgencia ni perdón, sólo quería vivir la experiencia por la que han pasado muchos de los habitantes de su comunidad que primero se golpean a sí mismos y luego con un acompañante, quien les asesta los golpes para que sientan verdadero dolor, y viceversa.
Los golpes son tradición en esta fiesta… Es por Jesús y su dolor, dijeron los habitantes.
Durante toda una semana, en la comunidad de La Cieneguita estuvieron de fiesta, porque es en la Semana Santa donde los pobladores dedican sus rezos y rituales al Señor de la Salud, el cual se encuentra en su capilla que apenas hace 2 años recibió mantenimiento en sus paredes y techos.
Esta es una fiesta más de fe y devoción por sus milagrosos santos e imágenes a las que no olvidan y cuidan.
Así se vivió la fiesta de los golpes en La Cieneguita: