Denuncia Charco del Ingenio que Sapasma les niega información sobre calidad del agua

Redacción

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A través de una carta, la directiva de El Charco del Ingenio, la zona protegida de San Miguel de Allende, indicó que tras solicitar información al organismo operador del agua sobre la calidad del agua que se extrae de los pozos, les dijeron que era «reservada» y no podían entregarla.

En el documento enviado a News y firmado por César Arias, director del Consejo de la reserva protegida, destaca que desde el pasado mes de enero han solicitado información a Sapasma, ante el creciente interés que tiene el Charco en la investigación que se realiza sobre la calidad del agua que hay en nuestra ciudad a partir de la presencia de fluoruro, arsénico y otros minerales de origen fósil que surgen con la sobre extracción de los mantos acuíferos.

«Para respaldar su petición, El Charco del Ingenio A.C. ha documentado tanto la investigación hidrológica en curso -con el apoyo del Centro de Geociencias de la UNAM-, como su carácter de institución científica, establecida en los estatutos de la asociación y registrada ante el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT). Nada de esto ha valido para los directivos del SAPASMA, quienes después de meses de obstáculos y demoras, han resuelto finalmente negar la información al Charco, con el referido argumento de que se trata de ‘información reservada’. Ante este burdo atropello al derecho a la información, nuestra organización ha resuelto recurrir ante las autoridades estatales y federales para que el SAPASMA de a conocer tales resultados».

Resaltan además que la negativa de entrega de información se debe a «un atentado no sólo contra el derecho a la información, sino contra el derecho al agua y a la salud, ambos consagrados como derechos fundamentales en la Constitución de la República».

Indicaron que la  negativa de Sapasma ocurrió durante la visita a México de Léo Heller, Relator Especial para el Agua y Saneamiento del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU), quien ha documentado en su informe el de la Cuenca del Alto Río Laja, cuyo acuífero registra altos y crecientes niveles de contaminación con minerales fósiles, a partir de la extracción indiscriminada de agua para la agroexportación, la ganadería y la industria.

«Es inaceptable y vergonzoso que las autoridades competentes -la CONAGUA, la CEAG, la Secretaría de Salud y en este caso el SAPASMA-, practiquen de manera sistemática la negación y ocultamiento de una crisis hídrica cuyos efectos son ya devastadores, sobre todo en la población infantil de la Cuenca del Alto Río Laja», destaca el oficio.

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