Redacción
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La madrugada del primer día del nuevo año, las ambulancias y patrullas llegaron hasta un cuarto de azotea de la colonia San Antonio. Llegaron para comprobar que estaba sin vida.
Se trataba de «Chato, un joven de 18 años de edad, que vivía junto con su pareja de nombre Ana Teresa y de 36 años de edad, con quien habitaba en ese lugar desde hace unos meses.
Los informes oficiales indican que «Chato» esa noche discutió con su pareja y salió de un lugar donde ambos convivían y que horas más tarde lo encontró suspendido de una estructura metálica… ya sin vida.
Pero la familia no está conforme con esa idea porque conocían al niño al que su mamá dejó al cuidado de sus abuelos mientras ella se iba a Estados Unidos a buscar mejor suerte.
«Chato» apenas terminó la secundaria pero era un joven con amigos y gente que lo quería. Hoy su familia y seres queridos están de luto por lo que dicen, fue su decisión de irse.
Luego en su camino encontró a Ana Teresa y con ella se fue a vivir en ese cuarto de la parte alta ubicado en la esquina de San Elías y San Rafael, aún cuando su familia no estaba de acuerdo con la decisión que tomaba por la edad de la mujer.
Descanse en paz «El Chato» y resignación para su familia.
