A un año del Telar de la Abundancia, las mujeres de San Miguel van por Justicia y denuncias

Redacción

newssanmiguel@gmail.com

 

Hace justamente un año, miles de mujeres sanmiguelenses enloquecían por una razón: El telar de la Abundancia.

Hace exactamente un año les dijeron que se harían ricas con sólo confiar su dinero a un grupo de mujeres que las llenaron de ilusiones y esperanzas de un telar de la abundancia que las dejó… en la pobreza.

Invitaciones para tejer almas e ideas; hablando de agua y tierra, aire y fuego para hacer que tu dinero lo invirtieras con la promesa de que podría multiplicarse como en macetas. Nada de eso fue cierto y muchas creyeron… muchas.

Este es el caso de María (que no es su nombre original) ella fue contactada por Tere, Rosi y Nelly, mamá e hijas, quienes a su vez contactaron a otras mujeres para ofrecerles el negocio de su vida: el Telar de la abundancia.

Creyeron en ellas, recibían todos los días mensajes de aliento y frases de Paulo Coehlo que las inspiraba… Todo parecía perfecto.

María conoció en el grupo a otras mujeres más, que justo a un año de su desgracia, están juntando más mujeres para poner una denuncia entre todas contra esas que saben ahora, se burlaron de ellas

Antes sus líderes les mandaban mensajes motivaciones y como:

«Todos los días Dios nos da un momento en que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices. El instante mágico es el momento en que un sí o un no pueden cambiar toda nuestra existencia» o «Cuando crezcas, descubrirás que ya defendiste mentiras, te engañaste a ti mismo o sufriste por tonterías. Si eres un buen guerrero, no te culparás por ello, pero tampoco dejarás que tus errores se repitan»… Hoy ni el teléfono contestan y las tienen bloqueadas para que no les sigan llamando.

María perdió al menos 24 mil pesos, la vecina que ella invitó, otra cantidad igual.

Como las mujeres en la zona urbana ya se habían terminado, estas mujeres que se llevaron los 24 mil pesos de María, los 24 mil de Delfina, los 24 mil de Chuya, los 24 mil de Clarita y que saben que trabajan en una financiera de San Miguel de Allende, no se quedaron sólo en la ciudad, sino que fueron hasta las comunidades y poblados a buscar más mujeres para tejer con ellas la abundancia que nunca les llegó.

De allá de Alcocer es doña Luz (también cambiamos el nombre), ella era la más grande del grupo e invirtió los ahorros de su vida en el proyecto que le llevaron sus vecinos y familiares.

Hoy Doña Luz descansa en paz y  nunca pudo ver cómo esa maravillosa forma de hacer dinero rendía sus primeros frutos. Descansa ya Doña Luchita.

Pero vivas quedan otras, que hoy se están buscando en redes sociales para ir tras esas mujeres que se lo llevaron todo y siguen sin devolverles su dinero.

Hace justamente un año las mujeres buscaban más mujeres y María hoy reconoce: «no estaban buscando ayudar, lo que pasó entonces es que víctimas buscamos más víctimas y esto se convirtió en un gran fraude en el que caímos redonditas»…. y a ti ¿cuánto te quitó el Telar?

 

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