Joana, la niña de 6 años que fue por un helado y no la dejaron volver a casa

Redacción

newssanmiguel@gmail.com

 

Joana Lizbeth Colín Olalde tenía 6 años de edad, había entrado a la primaria y la noche del viernes 25 de agosto salió por un helado a la tienda de la esquina pero no volvió a casa.

Sus papás denunciaron su desaparición, pegaron fotos en las postes, pasaron la noche en vela esperando saber algo de su pequeña.

Llegó el sábado y de la pequeña Joana no sabían nada. El grado de desesperación crecía y fue con ayuda de algunos testigos que pudieron darse cuenta de que el último que estuvo cerca de ella fue un hombre al que le apodan el «Babalú», un hombre que al parecer dormitaba y se drogaba en un lote baldío cercano al lugar donde desapareció Joana, el mismo que al parecer tiene una orden de aprehensión en Jalisco donde lo acusan de intento de violación. En Guanajuato buscó refugio para evitar su detención.

Uno de los tíos de la pequeña fue a buscarlo y ahí lo encontró y junto a él estaba un par de helados que la noche anterior la señora de la tienda había vendido: una Joana, otro él, además de unas ropitas que no saben si pertenecen a la niña.

El familiar de Joana comenzó a golpearlo para que le dijera donde estaba la niña, pero no pudo sacarle información.

Llamaron a la policía y no llegaba y mientras tanto lo seguían golpeando para que confesara. Dicen que la policía tardó mucho en llegar y fue entonces que lo rescataron de la tromba enardecida por la desaparición de la niña y se lo llevaron detenido.

Las horas pasaban y de Joana no sabían nada, así que por la madrugada, los familiares, amigos y vecinos salieron de las casas y se fueron a la carretera Celaya.Querétaro para tapar el paso de los camiones y autos… sabían que era la única forma en que les harían caso y así pasó.

Tras dos horas de manifestación y bloqueo llegaron elementos de todas las corporaciones para decirles que pondrían toda su fuerza en encontrar a la pequeña niña. Entonces Joana había cumplido más de 24 horas extraviada.

La búsqueda continuó durante el domingo, donde policías buscaron por la zona cercana a la casa, realizaron rondines y toda clase de búsqueda, pero no fue sino hasta las 7:30 de la noche que descubrieron lo que no querían encontrar: a Joana muerta.

Su cuerpo estaba a un lado de las vías del ferrocarril, en uno de los cruces más importantes de Celaya pero con mucho terreno baldío. El cuerpo de Joana comenzaba a presentar descomposición por el sol y el tiempo que estuvo expuesta en el sol. Por las condiciones, dicen que tenía más de 24 horas muerta.

Joana tenía una sudadera en la cabeza y presentaba señales de violencia. Averiguan si sufrió abuso por parte de su raptor porque dicen, presentaba sangre en una de sus piernas.

La policía se encarga de la búsqueda de los responsables de quitarle la vida a una niña que sólo quería quería un helado la noche de un viernes que su familia no olvidará.

Previous Post
Next Post

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *