Caos vehicular alrededor de la feria de San Miguel de Allende, mientras director de Tránsito vigila stand del Alcalde y sus amigos

Redacción

newssanmiguel@gmail.com

 

SAN MIGUEL DE ALLENDE.-  La noche de este lunes quedará grabada en la memoria de todos aquellos que intentaron llegar a la feria y no precisamente por el grupo, que  en lo que parecía ser una odisea interminable.

¿El motivo?: la falta de estacionamientos suficientes para dar cabida a la oleada de vehículos, camionetas y autobuses cargados con asistentes provenientes de  Celaya, Querétaro, Comonfort y otros rincones del estado y mientras todo esto pasaba, el director de Tránsito, Jorge Salas, vigilaba un stand, justo en donde se encontraba el que estaba el Alcalde, sus familiares y amigos.

Entre los amigos, en primera fila, aparecía el  empresario inmobiliario y de pollos, que también es compadre del presidente, el señor Charly Araiza y su dama.

Aí la imquagen ídel director de Tránsito al lado del stand donde estaba el Alcalde y sus amigos.

video: 

El reloj marcaba las 7:00 de la noche cuando la locura vial comenzó.

Lo que normalmente tomaría menos de 3 minutos se convirtió en una tortuosa hora de tráfico paralizado. Las calles que rodean las instalaciones de la feria se llenaron de autos ansiosos por encontrar un espacio donde aparcar. La desesperación era palpable, y los conductores parecían estar atrapados en una pesadilla de la que no podían escapar.

Las filas de vehículos se extendían como serpientes en busca de su presa:

Desde el Panteón Nueva Vida hasta la Glorieta, desde La Luciérnaga hasta otra Glorieta lejana y desde Zirándaro hasta la misma Glorieta, todas estas arterias viales se congestionaron de manera inimaginable. Los bocinazos se mezclaban con los suspiros de frustración mientras la noche avanzaba.

Los autobuses provenientes de las ciudades vecinas no escaparon de esta pesadilla. La gente, cansada de la paralización del tráfico, prefería bajarse y emprender la caminata hacia la feria, dejando atrás sus medios de transporte en una suerte de sacrificio forzado.

Los urbanos gratuitos, que en condiciones normales serían la solución perfecta para evitar el caos, nunca pudieron llegar a su destino. Las calles estaban tan atascadas que ni siquiera estos ágiles vehículos lograron avanzar.

Era la 1:00 de la madrugada de este martes y el tráfico sería, ahora en el sentido de la glorieta hacia los diferentes sentidos.

La paciencia de los asistentes se agotaba, y las redes sociales se inundaron de quejas y lamentos. «A la próxima, vete mejor caminando», se leía en uno de los mensajes compartidos en masa.

En medio del tumulto, la feria, que prometía ser una noche llena de  entretenimiento, quedó eclipsada por el colapso vial que la rodeó porque se salió de control dónde estacionar los coches.

 

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