Los rincones VIP en la Feria de San Miguel de Allende: rinconcitos del ‘mundo Godín’ y agregados

Redacción

newssanmiguel@gmail.com

 

SAN MIGUEL DE ALLENDE.-  Durante los 15 días de feria en San Miguel de Allende, la ciudad se transformaba en un hervidero de emociones y tradiciones.

Pero en medio de la efervescencia de las festividades, un mundo paralelo, exclusivo y reservado para servidores públicos, amigos y compadres se abría paso: La zona VIP solo para los «godínez» de la Presidencias municipal, sus familiares, amigos y el alcalde priista, Mauricio Trejo Pureco.

En este rincón del «mundo godín», la fiesta y la opulencia se mezclaban de una manera que solo unos pocos privilegiados podían experimentar dividido en 3 reinos:

  • El Reino de Rolando Gutiérrez:

La feria, una tradición de San Miguel, siempre fue un evento que mezclaba la cultura, la música y la gastronomía local. Sin embargo, en los últimos años, Rolando Gutiérrez había asumido el mando, encargado por el gobierno de Mauricio Trejo, de darle un giro que benefició  a los godínez y a él mismo, que a los comerciantes sanmiguelenses.

Gutiérrez, con sus conexiones políticas, fue el mismo que se le hizo «buena idea» cerrar las puertas de la feria el día en que el cantante Alfredo Olivas subió al escenario y donde su decisión provocó que la multitud afuera de las puertas se amontonaba en una auténtica «pelotera» y hasta se brincaban el alambrado, mientras él y  los VIP se encontraban en una perdiguera privilegiada, disfrutando de la música, bebidas selectas y conversaciones distendidas.

  • El Refugio de «El Madonas»:

Otro de los espacios VIP que dieron sin licitación ni concurso, pero sí con «dedazo», fue al hombre conocido como «El Madonas«, quien su nombre es Javier Rogelio Gordillo Precoma, quien ahora  llevaañi estaba reservado para un misterioso hombre apodado «El Madonas», un personaje con conexiones que le permitieron hacer un negocio suculento en la feria. Su rincón exclusivo era un refugio de lujo, con asientos cómodos, servicio personalizado y bebidas de primera calidad. Aquí, los funcionarios públicos y sus compadres podían disfrutar de la feria con un toque de extravagancia.

El antro del «Madonas», entre el Vip del Alcalde y el del Rolandos

El Feudo del Alcalde Trejo:

Pero el lugar más exclusivo de todos estaba destinado al alcalde Mauricio Trejo y su círculo íntimo. Este espacio era un verdadero changarro montado, con el dinero del pueblo, reservado únicamente para el alcalde, sus amigos y familiares y mientras el pueblo celebraba en las calles, ellos se regocijaban en un mundo aparte, alejado de la auténtica esencia de la feria.

Este mundo VIP, tan distante de la realidad de los sanmiguelenses comunes, simbolizaba una realidad incómoda.

Mientras algunos disfrutaban de la feria con todo lujo y comodidad, otros luchaban por encontrar un lugar entre la multitud, ansiosos por ser parte de la celebración que se suponía era para todos.

La feria de San Miguel de Allende, un evento que alguna vez unió a la comunidad en una celebración colectiva, ahora estaba dividida en dos: el mundo godín y el mundo de todos los demás.

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